El exdiputado y defensor de derechos humanos Walter Márquez lideró la comitiva que se presentó la tarde de este martes ante a la Dirección General de Centros Penales, en San Salvador, para entregar una carta con sus peticiones
Familiares y allegados de venezolanos deportados desde Estados Unidos a El Salvador llegaron el pasado lunes a la nación centroamericana para exigir pruebas de vida y saber cómo están los detenidos.
Como lo informó el diario El País, la comitiva llegó con un documento legal para representar a cuatro familias de igual número de deportados a El Salvador originarios del estado Táchira.
En el grupo se encuentran Lisbeth Johana Sanguino, tía de Widmer Sanguino, quien llegó a EEUU como refugiado; y Reina Cárdenas, amiga de Andry Hernández Romero, un estilista que tramitaba su solicitud de asilo al momento de ser deportado.
El exdiputado y defensor de derechos humanos Walter Márquez lideró la comitiva que se presentó la tarde de este martes ante a la Dirección General de Centros Penales, en San Salvador, para entregar una carta con sus peticiones. En la carta, el grupo solicita comprobar que sus familiares están con vida, verificar su estado de salud, entender su situación jurídica y exigen su libertad inmediata. Además expresan que para viajar tuvieron que recaudar fondos por cuenta propia.
El activista venezolano aseguró que estarán toda la semana en el país pidiendo ayuda a todas las instancias. “Ya fuimos a la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos en El Salvador y vamos a ir a la Nunciatura Apostólica de San Salvador para pedir la intervención del papa».
Desde que llegaron los 238 venezolanos, tampoco se ha sabido nada de ellos de manera oficial ni extraoficial, salvo que se encuentran en pabellones separados de los pandilleros del Barrio 18 y la MS-13, las dos pandillas salvadoreñas para quienes fue construida la prisión. Dos congresistas estadounidenses han intentado ingresas en diferentes ocasiones, pero no han podido.