El abogado, defensor de los derechos civiles y exparlamentario, Rafael Narváez, señaló que los ciudadanos llevan años siendo víctimas de un estado de conmoción de facto. Esta situación se debe, según Narváez, a la falta de autonomía e independencia de los poderes públicos, los cuales se han subordinado de forma preocupante al Poder Ejecutivo nacional. Este constante estado de vulnerabilidad ha permitido la sistemática violación de los Derechos Humanos (DDHH), incluyendo los derechos civiles y políticos, así como las garantías constitucionales establecidas tanto en la Carta Magna venezolana como en los pactos internacionales suscritos por la nación.
La eventual emisión del decreto de estado de conmoción exterior por parte del Ejecutivo Nacional no hace más que formalizar y dar «ropaje de legalidad» a un esquema que ya se venía ejecutando, según Narváez.
El exparlamentario señala que las actuaciones cuestionables de los cuerpos de seguridad del Estado contra quienes consideran «conspiradores» son una prueba de que el estado de conmoción siempre ha estado en pleno desarrollo. El decreto, justificado por una supuesta amenaza internacional, podría ser utilizado para respaldar futuras acciones al margen de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV). Pese a esto, el abogado enfatizó que el decreto está obligado a proteger la vida, prohibir la incomunicación y la tortura, y garantizar el debido proceso y el acceso a la información, reconociendo así la existencia de DDHH intangibles que no pueden ser restringidos.
Ante este panorama, Narváez subrayó la importancia crítica de que el sistema de justicia ejerza un control efectivo sobre las actuaciones de los cuerpos de seguridad del Estado. Este control es vital para asegurar el respeto inquebrantable a los derechos y garantías constitucionales.
Finalmente, el exparlamentario hizo un llamado enérgico al Estado para que, en la ejecución del decreto de conmoción exterior, se apegue estrictamente a la CRBV, enviando un mensaje de respeto y tranquilidad a todos los venezolanos.






