Organismos internacionales han exigido su libertad, e incluso, la CIDH aprobó medidas cautelares a su favor
El periodista y defensor de derechos humanos Carlos Julio Rojas cumple diez meses en prisión este sábado 15 de febrero. Rojas, quien permanece recluido en la sede del Sebin en el Helicoide, no ha tenido acceso a la defensa con sus abogados de confianza. Tampoco le han garantizado un juicio justo.
En estos 10 meses ha estado incomunicado, le han quitado sus pertenencias, lo han colocado cerca de los sujetos que lo acusaron falsamente de delitos que no cometió y ha presentado afecciones de salud.
El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha denunciado la situación de Rojas. Amnistía Internacional exigió su liberación inmediata y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos aprobó medidas cautelares a su favor, que el Estado venezolano no ha acatado.
El abogado Eduardo Torres, defensor de derechos humanos e integrante de la defensa privada de Rojas que el tribunal no ha aceptado, reiteró su exigencia de libertad inmediata “para Carlos Julio y para los más de 1.200 presos políticos que todavía están en las cárceles venezolanas, de acuerdo con estadísticas de la organización Foro Penal”.
El pueblo venezolano “ha sido víctima de un patrón de detenciones arbitrarias y vulneración del derecho de acceso a la justicia, al debido proceso y al acceso a sus abogados de confianza”, puntualizó el jurista.
Torres remarcó que a los presos políticos, como Carlos Julio, no se les ha permitido defenderse. “Exigimos que se les permita defenderse, porque si hay un patrón común es que son víctimas de injusticia, y prueba de ello es el estado de indefensión en que están: son víctimas de procesos amañados y no hay ningún tipo de pruebas en su contra”.
Por criticar las políticas del gobierno, Rojas ha sido uno de los periodistas peor tratados durante la gestión del mandatario Nicolás Maduro. Como lo recordó Torres, “Carlos Julio es dirigente social y periodista que ejerce la libertad de expresión y ha sido una voz para la población venezolana”. En tres oportunidades, en años recientes, “ha sido víctima de esta política de Estado contra los defensores de derechos humanos”.
La esposa de Rojas, Francy Fernández, sigue demandando su libertad inmediata: “Carlos Julio es inocente y debe salir de prisión sin condiciones”.