Llevar el sueldo a 130 dólares al mes, o igualarlo con el costo de la canasta básica son algunas de las propuestas
La cuenta la lleva en redes sociales la Asociación de Profesores de la Universidad Central de Venezuela (Apucv): Este jueves 3 de agosto se cumplen 503 días sin aumento del salario mínimo en Venezuela. «Esto ha tenido un tremendo impacto sobre los trabajadores», señala José Gregorio Afonso, presidente de la Apucv. El primero de ellos: vivir con un ingreso de poco más de cuatro dólares al mes.
El diálogo social mediado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) debía servir para atender las quejas elevadas por el sector empresarial, y una de ellas es la fijación del salario mínimo. Sin embargo, hasta la fecha las reuniones no han desembocado en un ajuste. Las personas cada vez ganan menos y la vida cada vez cuesta más.
El sector privado cancela mejores remuneraciones, pero mediante bonos que no tienen incidencia en prestaciones, bono de vacaciones ni bono de fin de año, recuerda Dick Guanique, coordinador del Frente Autónomo de Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato (Fadess).
A su juicio, en la corrupción «se ha ido la posibilidad de que los trabajadores tengan un aumento salarial y mejores condiciones de vida».
De las 4.351 manifestaciones registradas en Venezuela en el primer semestre de 2023 según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social, 3.112 fueron por la exigencia de derechos laborales. «No hubo aumento salarial durante el mes del trabajador. El salario mínimo representa menos 5 dólares mensuales», indica el Observatorio.
En estos más de 500 días sin ajuste salarial los trabajadores se han comido las uvas verdes. Algunos han migrado al sector privado, han «migrado a otros oficios» y abandonado su carrera o se han marchado del país, puntualiza Afonso. Para sobrevivir «los trabajadores han redoblado su horario de trabajo: terminan el trabajo formal y salen a hacer trabajo informal en el comercio, los servicios, la construcción, donde salga», retrata Guanique.
Oficios como pasear perros, vocear para llenar unidades de transporte público y venta de caramelos son algunos que desempeñan los empleados públicos para completar el ingreso familiar. Los educadores «pagan para seguir trabajando: buscan otros trabajos para mantenerse en la universidad» o el colegio, resalta Afonso.
Si el trabajador no tiene recursos la rueda de la economía no puede girar. «El gobierno necesita aumentar el poder adquisitivo de la gente» hasta para que consuma, reflexiona Eduardo Sánchez, presidente de Sinatra-UCV.
Gremios y sindicatos barajan varias posibilidades. Afonso apunta que una propuesta es llevar el salario a 130 dólares al mes, con indexación periódica y una política de recuperación. Otros grupos «seguimos manteniendo el salario igual al costo de la canasta básica», refiere Guanique, y en eso «no vamos a claudicar».
El presidente de la Apucv insiste en que se debe discutir de inmediato el aumento salarial, y que con ese punto de partida «todo lo demás se puede debatir». Pero en la actualidad «nos están planteando un futuro incierto: 500 días están más cerca de dos años, que de un año. Vamos para dos años sin aumento salarial. ¿Qué nos plantean? ¿Qué así vamos a seguir? ¿Y que vendrán las utilidades como el bono vacacional?».