El coronavirus no ha detenido las manifestaciones, sentenció Marco Ponce, director del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social
El temor a la enfermedad no ha pesado más que la rabia de la población. El Observatorio Venezolano de Conflictividad Social reporta que, durante las semanas de cuarentena, se han registrado más de 1.500 protestas. Solo en mayo se contabilizaron más de 700.
Prácticamente son familias enteras las que han salido a la calle a protestar, señaló Marco Ponce, director del observatorio.
Durante las manifestaciones han sido asesinados dos jóvenes: uno, en una manifestación en Bolívar por falta de alimentos; y otro, en Mérida, por falta de energía eléctrica, presuntamente a manos de un civil armado progobierno.
La mayoría son por derechos económicos y sociales, con el reclamo por los servicios básicos en primer lugar: apagones, falta de agua, falta de gas y de gasolina.
Son manifestaciones pacíficas, con acciones como el cierre de calles, concentraciones y cacerolazos. La represión y la criminalización es la respuesta, deploró Ponce.
Denunció lo sucedido en Lara, donde se persigue a las personas incluso en sus viviendas. El analista indicó que los vecinos salen y quienes tienen el control de la fuerza pública recurren a la represión.
El OVCS resalta que las personas salen a la calle a pesar del riesgo de enfermarse, con el razonamiento de que «peor es quedarse en sus casas y morir». En abril de 2019 se registraron 1.963 protestas, y 716 en 2020. «Lo alarmante es que ocurrieron en una pandemia».
Recordó que el coronavirus llega a Venezuela en medio de una emergencia humanitaria compleja.