El alivio del desconfinamiento avanza a la par que aumenta el número de casos
Gimnasios y peluquerías empiezan, desde este lunes 15 de junio, su proceso de desconfinamiento luego de tres meses formales de cuarentena. Otros sectores ya habían transitado ese camino. Venezuela comenzó la cuarentena temprano y ahora sale a la calle cuando se reportan más casos, con el esquema del 7×7 implementado en el país.
Esto es lo bueno, lo malo y lo feo de la flexibilización.
Lo bueno: Los comercios formales pueden «tomar un aire»; los informales ya lo están haciendo.
Sectores como la construcción, que generan empleo, pueden volver a trabajar.
Los gremios empresariales han insistido en que no pueden con el peso económico que genera el confinamiento, especialmente porque no hay medidas para protegerlos, como el cobro mensual del ISLR y la reducción del encaje bancario. La flexibilización les permite volver a generar ingresos, aunque se enfrentan a un consumidor con el poder adquisitivo mermado.
Lo malo: La difusión del coronavirus SARS-CoV-2. La ampliación de la flexibilización ocurre justo cuando aumenta el número de casos de la enfermedad en Venezuela, al igual que la cantidad de fallecidos.
Siempre que se flexibiliza la cuarentena hay un aumento en el número de casos, por lo que comenzarla con un incremento es un riesgo, expone la infectóloga Patricia Valenzuela.
En Venezuela estamos en un ascenso, y la epidemia se puede escapar de las manos. Ochocientos casos en una semana es un número considerable y no podemos ser triunfalistas y pensar que está controlada, explica el infectólogo Mario Comegna.
Ya que se tomó la decisión de flexibilizar lo recomendable sería echar para atrás una medida como la apertura de los centros comerciales, plantea Huniades Urbina, presidente de la Sociedad Venezolana de Puericultura y Pediatría. A su juicio, hay que poner en la balanza la economía, por un lado; y el riesgo de que se atiborren los hospitales y colapse el sistema de salud, por otro.
Hay que evitar las aglomeraciones de personas, reitera el experto. Las academias no consideran que este sea el momento del desescalamiento para espacios como los centros comerciales.
Lo feo: Los hospitales venezolanos no están mejor dotados ni mejor equipados que hace tres meses cuando comenzó la cuarentena afirma Urbina. Tal como lo subrayó, sigue el déficit de agua, tapabocas, cloro y jabón. El convenio suscrito entre el Ministerio de Salud y el equipo de Juan Guaidó con la Organización Panamericana de la Salud (OPS) debe llevar a una mejor dotación hospitalaria.
El venezolano se vio obligado a dejar la cuarentena hace tiempo para resolver su sustento, buscar agua o medicinas y echar gasolina, y en estas actividades dejó de poner en práctica las medidas de prevención, como el distanciamiento físico, alerta la infectóloga Patricia Valenzuela.
En este momento, cuando más deberíamos cuidarnos, es cuando más se flexibiliza. Para Valenzuela es motivo de preocupación lo que sucede con el transporte público.