Las instrucciones de la Conferencia Episcopal sobre los ritos de la comunión, la confesión y la paz se cumplen en las iglesias de Caracas. La afluencia ha bajado significativamente
La gente fue llegando por cuenta gotas. A las 11:30 se rezaba el rosario en la Iglesia de nuestra Virgen de Guadalupe y esperaban para asistir a la misa de las 12 del mediodía.
Parejas de mediana edad, matrimonios con sus hijos y una buena proporción de personas mayores acompañadas, eran los asistentes. Solo dos personas con tapaboca y una que se tapaba el rostro con una especie de bufanda.
La gente se sentó guardando distancia. No se puede precisar si era por la recomendación de mantener un metro de distancia o simplemente por conservar su privacidad.
La afluencia era muy pequeña para el tamaño del aforo del templo.
El padre, Alejandro Martínez, entró cantando para celebrar la eucaristía y luego de la primera lectura del evangelio hizo un paréntesis para leer un comunicado de la Conferencia Episcopal de Venezuela.
Explicó las normas que regirán los «actos eclesiales» en medio de la crisis por el Coronavirus y como parte de esas decisiones en esta iglesia se suspendieron las confesiones. Explicó el padre que, los sacerdotes que impartan este sacramento deben portar mascarillas para evitar la expansión del virus.
Llegó el momento de darse la paz y la gente prudentemente mantuvo la distancia y hacia gestos de solidaridad. Luego en la comunión, el sacerdote insistió en entregar la hostia en la mano de quienes comulgaban.
Luego de cerrar la misa, el párroco nos comentó que la afluencia de la feligresía ha bajado considerablemente porque la gente ha asumido las medidas de prudencia por el coronavirus.
Luego envió su bendición a toda la población del país.