Hace 10 años, un Día del Periodista, dio su primer paso Contrapunto.com convencido de la idea de ser un espacio plural para el debate de las ideas. Un escenario para que todas la voces tuvieran la oportunidad de contar con una ventana que diera a conocer su mensaje sin más limitaciones que el respeto por los demás.
Cuando miramos nuestro nombre, nos encontramos con nuestra esencia, tal como lo muestran las definiciones de la Real Academia de la Lengua que dice que Contrapunto en la música es «el arte de combinar, según ciertas reglas, dos o más melodías diferentes». En la tercera acepción dice que es «contraste entre dos cosas simultáneas».
Eso hemos querido ser y eso somos: un espacio en «Donde los opuestos se unen» a discutir, debatir para conseguir propuestas, para «entrarle» a las contradicciones, para que de ellas podamos crecer como sociedad.
Sí, como en la música, nuestro CONTRAPUNTO hace sonar «dos o más melodías diferentes» en la búsqueda de una armonía entre distintos que puedan aportarle al país, cada uno desde de su acera, y generar así las mejores respuestas que necesitamos como nación.
CONTRAPUNTO es ese «contraste entre dos cosas simultáneas», que es la esencia del periodismo. Brindarle a su audiencia todas las lecturas posibles. Ese es el periodismo que todos los días salimos a perseguir.
Hemos vivido estos 10 años dentro de lo que le sucede al país y al lado de su gente. Vimos los últimos años de un proceso de expansión de la economía y también sufrimos la reducción del Producto Interno Bruto que cayó durante siete años.
Las cifras oficiales esgrimidas por la vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez, indican que en 2014 Venezuela tenía un promedio de 40.000 millones de dólares de ingresos y «al año 2020, cuando el mundo estaba sumido en la tragedia de la pandemia por el COVID-19, nuestros ingresos fueron apenas de 743 millones, una caída de 99% de los ingresos en divisas».
Todo eso lo ha vivido CONTRAPUNTO. Así como la economía del país se redujo, tuvimos que hacernos más pequeños para sobrevivir, pero crecidos en mística, dedicación y con la firme convicción de mantener los espacios para la información atada, amarrada, indisolublemente sumergida en el rigor que busca la verdad.
La verdad, la inclusión y el respeto han sido nuestro norte -cuando hemos sido muchos y en el momento en que apenas quedamos cuatro personas- batallando contra la adversidad de la pandemia y la recesión económica. Peleamos hasta el último minuto para evitar bajar el interruptor y logramos continuar.
Seguimos porque creemos en que los espacios no se abandonan. Somos como los venezolanos que no dejan soñar y en ello ven la única forma de hacer realidad los logros y una mejor sociedad. Sólo soñándolo es posible construir un mejor mundo.
Unos llegamos temprano a este sueño, otros llegamos después. Otros vinieron y se fueron, dejándonos sus alegrías, sus luces y sus sombras que forman parte del crecimiento. A ellos, los que se fueron, nuestro cariño y nuestro saludo.
A quienes seguimos aquí nos toca la alegría de continuar navegando en este mar de contradicciones. A veces con viento de cola, a veces contra la tempestad de estos tiempos.
Y finalmente nuestro agradecimiento a ustedes: nuestra audiencia. A todos los que han hecho y hacen suyo nuestro ADN digital, en todas nuestras plataformas, gracias por tener confianza en nuestro compromiso con el rigor periodístico y la fe que ponemos en este oficio de todas las horas de todos días.
Gracias por creer en esta propuesta.
Gracias por creernos.
Gracias por creer en CONTRAPUNTO.
La idea detrás del contrapunto es que las diferentes melodías tocan en contra de una línea melódica principal, pero se unen en ciertos puntos para crear un efecto armónico único.