El delivery, que generó mucho trabajo en el año 2020, descendió en 2021
Justo en este semana cuando se celebra el Día del Trabajador, entre cierre de empresas, teletrabajo y nuevos empleos en el área informal, hay una sola pregunta: ¿Cómo ha cambiado el trabajo en Venezuela durante la pandemia?
El presidente de Consecomercio, Felipe Capozzolo, aseguró que durante la pandemia el esquema 7+7 impuesto por el Gobierno Nacional y la flexibilización “discontinua” provocaron que más del 30% de los 250.000 comercios (según estimaciones del gremio) cerraran, cambiaran de ramo o pasaran a la informalidad.
“De estas, entre 30% y 40% hablan de una afectación severa y estructural que las ha obligado a tener que cesar operaciones, cambiar de ramo o tener que irse a la informalidad para poder sobrevivir. Tenemos un poco de todo en ese rango de entre 30% y 40%, pero siempre relacionado con abandonar la actividad principal y, sobre todo, con la pérdida de empleo”, indicó.
Lenis Toro, especialista en marketing y gestión de marca y profesora de la Universidad Monte Ávila, afirmó en una entrevista a Contrapunto que «el trabajo a distancia se aceleró, no por razones de evolución hacaa esa modalidad de trabajo, sino porque a raíz de la pandemia las empresas aprovecharon esa posibilidad».
Muchas empresas creían que sus empleados no estaban en capacidad de cumplir con sus responsabilidades, pero debido a la pandemia debieron aceptar el teletrabajo de manera abrupta, explica. «Antes quienes trabajan a distancia lo hacían porque dentro su personal tenían personas que trabajaban de manera freelance», dijo en una conversación por Whatsapp.
«Hay países que ya tiene sus leyes que regulan el trabajo a distancia», sentenció Toro. No es el caso de Venezuela.
Sin embargo, y aunque todavía no hay legislación, en algunos ámbitos laborales el teletrabajo se convertirá en una modalidad «tal vez permanente» luego de la pandemia, aunque sectores como salud, mano de obra y mantenimiento no podrán hacerlo de manera remota.
¿Pero qué ocurre con los deliverys?
El delivery ha crecido debido a la pandemia. A inicios de este año el presidente de la Comisión permanente de Administración y Servicios de la Asamblea Nacional (AN) del año 2020, Williams Gil, informó que desde el Parlamento trabajan en propuestas para la regulación de este servicio a escala nacional.
Aseveró que hasta el momento las propuestas están dirigidas hacia la protección de los prestadores del servicio y su seguridad laboral.
«Qué pueden portar y qué no pueden portar; toda la regulación para su funcionamiento, tanto en seguridad laboral como las normas de contratación de la empresa», adelantó Gil durante una sesión del Parlamento.
Los motorizados que prestan este servicio ganaban hasta 12 dólares al día. No deben responder a un empleador; las empresas a las que trabajan les pagan hasta dos dólares por servicio, pero «nadie responde por la gasolina que hasta puede ser más de diez dólares semanales», contó Alexander Reyes, usuario de una aplicación de envío.
«Los repuestos son caros; muchas cosas se dañan por la calidad de la gasolina, los amortiguadores no aguantan por la situación de las vías», relató.
La posible aprobación de una ley generó polémica dentro del gremio, ya que unos quieren la regulación y otros no.
«Queremos estar amparados por la ley del trabajo. Como somos personal externo de las empresas, nadie responde por nosotros. Nadie responde por la gasolina, nadie responde por nuestras motos y no tenemos horario fijo», destacó.
Este año cambió la tendencia. Reyes lamentó que durante 2021 «no han sido días fáciles, ya que los servicios de entrega han bajado, y ya casi nadie compra por delivery».
Los comerciantes informal han bajado de precios
Los comercios venezolanos ya afrontaban una merma de sus actividades antes de la pandemia debido a la hiperinflación y la pérdida del poder adquisitivo.
Según Consecomercio, actualmente hay una «estampida» hacia el comercio informal pues, además de la ausencia de créditos, la pandemia afectó al 30 % de los negocios debido a la imposibilidad de abrir sus puertas a diario.
Pero incluso los comerciantes informales sufren las consecuencias de la cuarentena: entre los horarios reducidos, las semanas radicales y pocas ventas han decidido «reducir sus costos para vender».
«El año pasado vendimos hasta tres pares de zapatos en una sola venta. Cada uno de los zapatos costaban hasta 15 dólares, ahora nos vimos en la obligación de reducir nuestros precios para que la gente compre», afirmó Wilmer Barrios, vendedor del mercado popular «Los techos rojos» ubicado en Chacaíto.
Barrios sentenció que las ventas «no son iguales, porque hasta en dólares la vida sube de precio».
Protestas
El Instituto den Altos Estudios Sindicales (Inaesin), afirmó en un estudio que durante la pandemia de coronavirus los conflictos laborales en Venezuela aumentaron en 31,2%.
El Observatorio de Conflictividad Laboral y Gestión Sindical del Inaesin contabilizó 1.350 protestas en 2020. El abogado León Arismendi, director del instituto aseguró que esto se debe “a la perdida del valor del trabajo”, lo que se traduce en “un sueldo que no representa la labores realizadas dentro de una empresa”.