El 7 de marzo de 2019, aproximadamente a las 4:55 de la tarde, se registró el apagón más largo de la historia de Venezuela. La falla eléctrica afectó a 23 estados del país casi por cinco días.
Hoy, a cinco años de ese suceso, algunos comerciantes de Catia recuerdan con dolor, amargura y pena lo que vivieron en sus locales comerciales.
Pensé que me iba a la quiebra
El apagón afectó a todos los comercios de Caracas. No hubo nadie que se salvara, pero el mayor problema lo tuvieron los negocios que vendían productos refrigerados.
Hugo de Abreu comentó que en algún momento pensó que iba a perder toda su mercancía. Él es dueño de una carnicería que también vende charcutería. «Imagínate, pensé que era un simple corte y que pronto llegaría la electricidad, me empecé a desesperar cuando vi que iba para rato y que los productos estaban perdiendo la cadena de frío».
«No vivo en Catia, pero mi negocio tiene más de 50 años, soy conocido de la zona. Regalé, también di fiado y anotaba en una libreta, llevé mucha mercancía para mi casa (Montalbán), pero aún así perdí mucho dinero», recordó.
Asegura que el problema no solo fue por los productos refrigerados, sino también por el método de pago. «No funcionaba nada, sin internet y la señal de Cantv era malísima, no logre facturar, solo anoté las deudas de los conocidos y de ñapa regalaba alguno que otro producto. Pensé que me iba a la quiebra«.
Usé otras alternativas para pesar y cobrar
Igor Sánchez, también comerciante de la Avenida Sucre de Catia, narró lo vivido en esas oscuras fechas. «Vendo charcutería y víveres. El jamón y el queso hay que mantenerlos refrigerados, fueron cuatro días de angustias, sin contar todo lo perdido en esas fechas».
«No había electricidad para rebanar, el peso también es eléctrico. Un colega me prestó su balanza analógica y con eso pude despachar una que otra pieza de jamón y queso blanco, tampoco había agua. La gente estaba molesta y hubo varios conatos de protestas en la zona, por un momento pensé que iban a saquear los comercios porque no lográbamos poder vender y cobrar con puntos. La gente estaba molesta», reiteró.
Sánchez se solidarizó con algunos clientes fijo y les vendió a créditos algunos de sus productos. «Hubo gente que me pagó, pero otros se hicieron los locos. No me importa, lo bueno fue que había más gente sensata de las que se fueron sin pagar«.
Nadie se hizo responsable
Por su parte, Ángela Gutiérrez, dueña de un local en Coorpecentro, Avenida Sucre de Catia, recordó esos días con amargura. «Perdimos mucho dinero, la mercancía se regaló para que no se perdiera. Nadie reparó por las pérdidas. Me llevé a casa lo que pude de la mercancía refrigerada y la regalé a los vecinos de mi sector (La Candelaria). Espero que esto no vuelva a pasar».
«Los servicios siguen siendo malos y las autoridades brillan por su ausencia. No es justo lo que vivimos aquellos días. Todo era un problema, de mantener aseado el local hasta pesar y cobrar los productos», dijo Gutiérrez.
Además, detalló que tiene una hermana comerciante en Maracay, estado Aragua, y que tuvo más inconvenientes que ella, pues allá el servicio eléctrico llegó racionado y que también perdió mucha mercancía refrigerada. «Imagínate que pasamos roncha en Caracas, la gente del interior la vio peor. Esos días, literalmente, fueron oscuro para los comercios en Venezuela».
«Fue un saboteo al SEN»
Hoy se cumplen cinco años de este mega apagón y las autoridades nacionales nunca dieron un reporte de los daños ni cuantificaron las pérdidas de los comercios, solo manejaron la hipótesis de un saboteo por parte de Estados Unidos al Sistema Eléctrico Nacional.
En su momento, Nicolás Maduro y Jorge Rodríguez, quien para la fecha era el ministro de Comunicación, dijeron que la inteligencia estadounidense utilizó un rayo electromagnético para dañar el sistema de distribución de la Represa El Guri.
Un reporte de El Impulso, diario del estado Lara, dice lo siguiente: «A partir de esto muchas hipótesis se manejan dentro de la administración oficialista. El mismo Nicolás Maduro afirmó que un ‘rayo electromagnético con origen en las ciudades de Houston y Chicago‘ se había empleado para inhabilitar la red eléctrica de Venezuela».
Las fotos utilizadas en esta nota fueron tomadas de internet de los medios que reportaron el suceso para esos días