La «pepa» de sol ahuyentaba hasta a los curiosos este miércoles 1 de octubre en la avenida Pichincha de El Rosal. A las 4:00 pm el equipo de la Comisión de Ecología y Desarrollo Sustentable de Chacao tenía listas dos ventanas para alojar a igual número de arbolitos: dos araguaneyes. En esta ocasión, dos mujeres y un hombre asumieron el acompañamiento de ambos ejemplares como parte del programa de madrinas y padrinos que promueve desde hace siete años el concejal Hilmer Escalona, presidente de la comisión.
«¿Qué nombre le van a poner?», preguntó Escalona a la vecina Yules Quevedo y al comerciante Antonio Vita, propietario de Autolavado 4X4. «Amor», respondió Quevedo. Y, con la aprobación de Vita, quedó bautizado como Amor.
En otro punto frente al autolavado la vecina Amalia Jaspe aceptó el madrinazgo del segundo araguaney. Jaspe ya es la madrina de otro arbolito, y murmuró, entre bromas, «ya son dos».
Esta siembra «responde a la solicitud de las vecinas de El Rosal», destacó el edil, poco antes de proceder a la siembra.
Para Quevedo sí era la primera vez. «El ambiente me encanta. La jardinería me encanta. Es para ayudar a la comunidad, la sombra, el oxígeno», relató.
-¿Sabe lo que implica ser madrina?
-Sí. Cuidarlo.
-¿Está dispuesta a hacerlo?
-Sí. Me voy a poner en contacto con el señor (Antonio) para cuidarlo.
-¿Por qué lo llamó Amor?
-El amor es la fuerza que mueve el mundo. ¿Hay otra respuesta?

Vita se comprometió a mantenerlo bien cuidado; es decir, a regarlo siempre. Contó que esperaron por el arbolito durante varios años «y por fin ha llegado. Ahora lo trataremos de cuidar como debe ser».
-¿Cómo lo va a cuidar?
-Echándole agüita y quitándole la maleza.

La iniciativa de amadrinar y apadrinar árboles comenzó en Chacao aproximadamente en 2018, rememora Escalona. Hoy son más de 80 personas que ofrecen su esfuerzo para cuidar a los grandes guerreros contra el cambio climático en las ciudades.






