25.9 C
Caracas
martes, 17 junio, 2025

Jon Paul Rodríguez: Se gasta más dinero en destruir la naturaleza que en salvarla pero está en nuestras manos «voltear la tortilla»

Texto: Vanessa Davies. Foto: EFE

Fecha:

Comparte:

«Cuando los conservacionistas nos sentamos a implementar proyectos de conservación, nos va bien: logramos reducir la velocidad de pérdida de las especies y poblaciones. Ese mensaje negativo de que estamos perdiendo la batalla es cierto, pero también es importante recordar que es reversible y que está en nuestras manos voltear la tortilla», subraya el científico a propósito del Día Mundial del Ambiente

«Estamos luchando una batalla cuesta arriba», afirma Jon Paul Rodríguez al describir lo que sucede con el ambiente. Que lo diga él, reconocido como uno de los mejores científicos venezolanos por la plataforma Research, no es algo que deba caer en saco roto. Pero Rodríguez, presidente de Provita e investigador del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC), es un hombre optimista. Este 5 de junio se conmemora el Día Mundial del Ambiente, y en su conversación telefónica con contrapunto.com el ecólogo reivindica los éxitos de la conservación.

-¿En qué condiciones se llega al Día del Ambiente?

-Estamos luchando una batalla cuesta arriba; estamos luchando contra fuerzas mucho más poderosas que las de los conservacionistas. Si lo mides en términos de dinero, mucho más dinero se gasta en destruir la naturaleza, que en salvarla. Pero hay una investigación reciente de la UICN y la comunidad científica mundial que encontró evidencia del éxito de la conservación, y fue publicada en la revista Science. Encontraron que, cuando los conservacionistas nos sentamos a implementar proyectos de conservación, nos va bien: logramos reducir la velocidad de pérdida de las especies y poblaciones. Ese mensaje negativo de que estamos perdiendo la batalla es cierto, pero también es importante recordar que es reversible y que está en nuestras manos voltear la tortilla.

-¿Con qué acciones?

-Para mi es importante recordar que la naturaleza tiene fuerza y capacidad regenerativa propia; es la capacidad regenerativa de la naturaleza, pero nada de eso se puede hacer sin la cooperación oficial. Está en manos de los gobiernos, pero no solamente los gobiernos nacionales. Los proyectos exitosos de conservación son estadales o municipales, más pequeños que los gobiernos nacionales, porque tienden a ser más ágiles, más arriesgados, tienden a tomar medidas osadas; los nacionales con más conservadores y lentos. Un elemento importante para los gobiernos locales es entender que las especies viven en su territorio.

-¿Qué medidas pueden tomar?

-Una intervención que se ha usado muy poco son las áreas protegidas municipales y estadales. No me refiero a parques recreacionales, sino a áreas destinadas a conservar la naturaleza en su funcionamiento óptimo. En el valle de Caracas, con tantas fuentes de agua naturales, sorprende que no aprovechemos esos recursos, que las alcaldías no tengan forma de aprovecharlas. En el IVIC tenemos dos quebradas que producen agua todo el año, y a veces pasamos semanas sin agua. ¿Por qué no aprovechamos ese recurso? Es una cuestión de reflexionar.

Para Rodríguez hay posturas contradictorias: «Por una parte ves a la gente enfurecida porque se corta un árbol en Caracas, pero esa misma gente no tiene problemas con comer carne de animales silvestres, compra un morrocoy en la carretera, o un mono; vemos a la naturaleza como bien que nos pertenece, pero ese sentimiento se traslada a una visión minera del mundo. Caracas y las ciudades venezolanas tienen mucho énfasis en las zonas recreativas, parques, árboles, pero no tenemos conciencia del impacto sobre ellos. Tenemos potencial, tenemos una buena materia prima, peor tenemos bastantes contradicciones en nuestras relación con la naturaleza.

-¿No lo vemos?

-Tenemos una sensación de la naturaleza como algo infinito e inagotable, como algo que va a estar siempre allí, y no tenemos conciencia de que es finito, agotable y que llega a punto en que le cuesta mas recuperarse. Pero tenemos una cultura de que la naturaleza es nuestro derecho, que las cosa que hemos extraído para la economía son nuestras. Es una ciudadanía a la que le interesa la naturaleza, que la disfruta, que va a la playa y al Ávila, pero por otra parte tenemos una actitud de uso de la naturaleza como un bien inagotable.

El experto propone acciones concretas. «Una cosa que podemos hacer es la reconexión de áreas naturales con corredores verdes, dentro y fuera de la ciudad. Es darles a las especies silvestres la opción de que se muevas. Esto es muy importante en el mundo del cambio climático, porque es la única forma que tienen las especies de estar conectadas. Imagina un animal que viva en un lugar aislado, y cambia el entorno, está frito. Pero si las áreas están relacionadas, tiene oportunidades. En el norte de Venezuela hay oportunidades fantásticas para conectar, desde Paria hasta Falcón. Imagina que desde Guatopo se pueda conectar con el Ávila, Pittier, San Esteban. En los Andes venezolanos hay oportunidades. Se necesita una política dirigida a fortalecer los vínculos entre las áreas naturales protegidas».

La fauna se beneficiaría de estas política, porque puede escapar de las amenazas.

-¿Qué hace falta?

-En algunos sitios hace fata restauración activa, sembrar árboles y reconectar los ambientes de formas efectiva. Si se previenen los incendios y la deforestación las zonas se restablecen. Hay que mitigar las amenazas, que las fuerzas que destruyen reduzcan su intensidad. ¿Qué significa eso en cuanto a la tenencia de tierras? Asegurar que todos sean partícipes y reciban beneficios. Si son tierras en manos privadas, la idea es que haya incentivos por la conservación de la naturaleza. Hay mecanismos para favorecer a los dueños de las tierras.

-¿Se los ha visto como adversarios?

-Mi recuerdo es que los conservacionistas eramos vistos como obstáculos para el desarrollo, gente que le negaba al país el derecho a fortalecerse, pero el panorama ha cambiado. Los mecanismos de conservación se han vuelto rentables. Leía un artículo sobre observación de aves en Ecuador, y se ha llegado al punto en que el valor de la tierra para observadores de aves es más fuerte que para la agricultura. Hay formas alternativas. Hay ejemplos de lo que se ha hecho bien. Podemos meternos en esos mercados internacionales.

-¿Cómo?

-Hay mecanismos voluntarios. Si tienes tierra y decides protegerla para que secuestre carbono, puedes acudir a un mercado voluntario: tienes tantas hectáreas y los donantes internacionales contribuyen con fondos para subsidiar tu actividad de protección de la naturaleza. Hay un ejemplo fantástico en el Reino Unido: Una pareja que transformó su finca agrícola, que daba pérdidas, en una oasis de conservación con «resilvestrar» el sitio. Hay ejemplos en el mundo de que si se da espacio a la naturaleza se generan beneficios más allá de los tradiciones. Sería interesante abrir las puertas; son oportunidades que están surgiendo.

Sobre la situación en el sur del país, comparte una visión que no necesariamente es la más extendida. «Si se examina el área deforestada por minería al sur de Venezuela, hablamos de cientos de kilómetros cuadrados, pocos miles de kilómetros cuadrados; si vemos el área deforestada por agricultura, son decenas de miles de kilómetros cuadrados. La minería es muy dañina; no solo tiene el efecto de deforestar, sino que contamina con mercurio, el tejido social se desmorona, hay muchos efectos secundarios. Pero la cantidad de territorio deforestada en Venezuela por la minería es pequeña, si se compara con otros usos. Para mí, tenemos que controlar la minería, pero la realidad es que otros usos están afectando áreas más grandes y son tan estigmatizados como la minería. Hay que atacar a los dos.

En Venezuela «tenemos un privilegio, tenemos mucha naturaleza comparada con otros lugares de mundo. Nosotros tenemos centenas de miles de kilómetros cuadrados», destaca. Se necesita, por supuesto, más investigación. ¿Qué temas? «Cualquier cosa es prioritaria. Puedo hacer una lista de 10 temas, y a quien le preguntes, hace 10 temas más. Pero es clave que la Academia de Ciencias Físicas, Provita, o el IVIC, convoquen a todos los científicos y nos hagamos esa pregunta. Que nos sentemos con entidades gubernamentales, sector privado, con todo el mundo, a discutir. Si tuviésemos que escoger 10 temas, ¿qué haríamos? Lo más importante es que lo que escojas tenga probabilidades de salir adelante, y para que eso ocurra debe ser una cosa concertada».

Para contactarnos escribe a nuestro correo editorial contrapuntoredaccion@gmail.com
Recibe la actualización diaria de noticias a través de nuestro Grupo WhatsApp 
Twitter | Instagram

━ más como esto

En lo que va de 2025 Cavenvase ha reportado una caída del 6% en su capacidad operativa

La presidente de la Cámara Venezolana del Envase (Cavenvase), Miren Urresti, informó en lo que va de 2025 su capacidad operativa sufrió una caída...

CNE: Este martes culmina el proceso de postulación de los candidatos que participarán el 27 de julio 2025

El presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, ofreció detalles del proceso de postulación electoral para las elecciones del próximo 27 de julio. Amoroso...

Senador de EEUU presenta una resolución para prohibir a Trump entrar en guerra con Irán

El senador Bernie Sanders y otros legisladores del Partido Demócrata presentaron este lunes una resolución para prohibir al presidente de Estados Unidos, Donald Trump,...

El papa alerta de que la dignidad humana corre el riesgo de ser aniquilada por algoritmos

León instó a los representantes de la Iglesia "a desarrollar un enfoque pastoral en el tema de la paz" y a ser sus "artífices...

Kremlin: Israel no quiere entrar en la vía pacífica de resolución del conflicto con Irán

"Observamos una falta de voluntad, al menos por parte de Israel, de recurrir a cualquier tipo de mediación", señaló Dmitri Peskov El portavoz del Kremlin, Dmitri...