Los vecinos y los veterinarios no pudieron salvarlo, pero la lucha por su vida -luego de ser presuntamente golpeado- unió a animalistas y defensores ambientales que hoy piden justicia
Conrad no logró sobrevivir al presunto maltrato del que fue víctima, pero sí consiguió que vecinas y vecinos se activaran en una red de solidaridad por los animales, la naturaleza y la vida. Conrad, un rabipelado que habría sido golpeado con palos en Los Palos Grandes, no solo experimentó la violencia a manos de quienes presuntamente lo agredieron, sino que pasó -como sucede con los pacientes humanos- por el «ruleteo» de salud.

A Conrad «lo conseguimos el sábado 19 de abril en la mañana. Estaba paseando a mis perros por Los Palos Grandes y vi a un muchacho agachado pendiente de algo: era un animal mal herido en el piso», relata la arquitecta y profesora Melin Nava, una de las rescatistas. El muchacho era Miguel, un vecino que se solidarizó con el rabipelado.
Nava cuenta que buscó orientación en Chacao y le informaron que debía llevar a Conrad a Inparques. En Inparques le recomendaron llevarlo al Zoológico El Pinar. Allí los recibió un veterinario que les dijo que el rabipelado estaba muy grave, con la mandíbula dislocada y heridas en la cabeza, y que no tenían recursos para operarlo. Se lo llevaron a otro consultorio en el que les respondieron que ellos no podían hacer nada.
Sin embargo, encontraron apoyo en el Grupo Veterinaro Multisalud, en Los Chaguaramos, donde el animal fue intervenido el lunes en la mañana. «Tuvieron que reconstruirle el maxilar, coserle el paladar. En la tarde nos lo llevamos», refiere Nava.

Pero Conrad no pudo superar el posoperatorio, y murió el martes 22 de abril en la madrugada. «Cuando le hicieron las radiografías quedó claro que no fue un arrollamiento; que fue un golpe», reitera Nava. El veterinario también considera que, por el tipo de heridas, hubo intervención humana.

Hay muchos mitos en relación con los rabipelados, explica la ambientalista Verónica Carrasco, quien insiste en que se necesita una campaña de alfabetización ambiental. «Del rabipelado debemos saber que es un mamífero nativo de América, emparentado con el canguro de Australia, que presta servicios ambientales importantes, porque come ratones e insectos y es un aliado de los seres humanos», expone Carrasco.
Melin Nava exige que se haga justicia, y confirma que buscarán las imágenes de la calle para determinar si Conrad fue golpeado y quién lo hizo. Carrasco llama la atención sobre el maltrato contra los rabipelados producto del abuso de los humanos y el desconocimiento, y solicita que las alcaldías y los concejos municipales tomen medidas para proteger esta especie y otras de la fauna silvestre.
Conrad solo tenía un año de edad. Muchos, como él, transitan por Caracas, su hogar, y esperan ser respetados y no hostigados.