Aplicar las leyes y las sanciones previstas en el marco jurídico venezolano junto a la educación ambiental, son clave en el proceso de sensibilización sobre la preservación del ambiente
Luisa Escobar, coordinadora de proyecto de Fundación para la defensa de la naturaleza (Fudena), asegura que al menos 6.000 voluntarios se unen a las jornadas de limpieza de playas en todo el país, sin embargo, cree que son más los voluntarios puesto que solo se contabilizan a los que llenan las planillas para levantar data sobre los desechos.
«Como nosotros levantamos información de los desechos sólidos que se encuentran en las playas, los voluntarios levantan la información, se registra son esos 6.000 voluntarios que participan llenando la planilla pero alrededor de eso hay muchísimo más, está la persona que ayuda con la bolsa, que ayuda donando un refrigerio, con la hidratación, entonces los voluntarios que participan podemos estimar casi 8.000 en un solo día», dijo en la jornada de limpieza de playas en Valle Seco, Higuerote.
Destaca que es importante levantar la información porque permite identificar el desecho y quien lo genera.
«En otros países ya se está haciendo algo que se llama contraloría de desechos», con lo que se identifica la marca del desecho y abordar a la empresa para instarla a que ejecute campañas de educación con sus usuarios.
Escobar apunta que el objetivo principal de desarrollar jornadas de este tipo es sensibilizar a la población sobre el daño que generan los desechos sólidos en las playas.
«Que las personas entiendan que eso es un perjuicio paisajístico, pero también el daño que puede causar, si vas caminando te cortas con un vidrio. Los microplásticos ahorita están en importantísimo estudio porque se derivan del plástico grande que se queda en la playa, con el sol y el agua y el viento va fragmentándose y cada vez formándose en pedazos más pequeños y esos justamente son los dañinos para la fauna marina», advierte.
De acuerdo con los registros de Fudena, el desecho que predomina como agente contaminante de las playas es el plástico, principalmente pitillos, palillos de chupeta que quedan en la arena y con la marea son llevados al mar.
Para Escobar es necesario hacer esfuerzos en materia de educación ambiental, que no solo se limita a los organismos públicos o el sector privado, sino que involucra a toda la sociedad.
«Es un trabajo integral, no es nada más el ciudadano, es la empresa, es el fabricante que vierte en los ríos… Es un trabajo muy complejo donde no solamente una parte va a estar involucrada», apunta.
Agrega que se debe tener muy claro que todo los desechos arrojados a los ríos terminan en el mar.