Para este martes TankerTrackers.com, empresa especializada en rastrear la movilización de buques petroleros a escala internacional, aseguró que tres tanqueros iraníes, con 131 millones de litros de gasolina están camino a Venezuela
«Hubo gente que hizo hasta tres días de cola. Cambiaban de guardia con los familiares, venían en la noche y se intercalaban al día siguiente, aun así tardaron hasta tres días para echar gasolina», contó Eugenio Diaz, vecino del bulevar de El Cafetal.
Desde la semana pasada, la ciudad capital revivió un episodio: Las colas para echar combustible. Filas de carros y personas que las hacían con la esperanza de abastecer sus vehículos.
«Yo hice la cola desde las cuatro de la mañana, ya había personas desde la tarde del domingo, a las ocho de la mañana me dijeron que no había gasolina», aseguró Luis Padro, un profesor de escuela.
Padro aseveró que él no podía costear la gasolina revendida, que como en el mes de abril, se consigue a dos dólares el litro, y solo hasta 20 litros se pueden adquirir con los vendedores informales de gasolina.
Entre los carros que hacen cola en la urbanización del Este de Caracas hay quienes venden sus puestos para surtirse del hidrocarburo a 0,5 doláres. Contrapunto habló con uno de estos vendedores de puestos, que prefirió quedar en el anonimato. «¿Y si digo mi nombre y El Sebin me va a buscar en mi casa?», dijo tajantemente.
Esta persona explicó que puede vender su lugar hasta en $40. Con ese dinero «resuelve algunas cosas en su casa y compra gasolina en dos dólares».
«El dinero está en la calle, solo hay que salir a buscarlo. Aparte, si nadie me compra el puesto, echo gasolina a 0.5», sentenció.
Los pimpineros llegaron a Caracas.
En El Cafetal, la cola para surtir a un costo más económico duran hasta días, pero en Prados del Este llegaron desde Cúcuta los pimpineros. Un oficio informal que se ejerce desde hace años en la frontera entre Colombia y Venezuela.
Ramón Gonzales, no tuvo miedo de contar su historia y explicó que está en la venta informal de gasolina desde muy joven. «Mi papá era pimpinero, mis hermanos también», afirmó mientras abastecía a una familia.
Gonzales llegó a Venezuela hace dos años. Asevera que en Colombia el trabajo informal ya no era tan rentable, llegó a Caracas con la esperanza de «trabajar en lo que sea».
«He sido vigilante, mecánico y aseador. Pero cuando empezó la escasez de gasolina ya sabía qué hacer», sentenció.
Para este martes TankerTrackers.com, empresa especializada en rastrear la movilización de buques petroleros a escala internacional, aseguró que tres tanqueros iraníes, con 131 millones de litros de gasolina, equivalente a 823.899 barriles de combustible, estarían llegando a Venezuela en dos semanas.
Todavía para la noche de este día martes no hay un pronunciamiento oficial que confirme esta información.