Los contratos referenciales del petróleo se encaminaban a su séptima caída semanal consecutiva debido a la preocupación por el exceso de oferta mundial y la débil demanda china, aunque los precios recuperaban terreno este viernes después de que Arabia Saudita y Rusia pidieron a más miembros de la OPEP+ que se unan a los recortes de producción.
Los futuros del crudo Brent subían 1,15 dólares, o 1,54%, a 75,19 dólares el barril a las 10:30 GMT, mientras que los futuros del crudo estadounidense West Texas Intermediate subían 99 centavos, o 1,41%, a 70,31 dólares el barril.
En la sesión anterior, ambos referenciales cayeron a su nivel más bajo desde finales de junio, señal de que muchos operadores creen que el mercado sufre un exceso de oferta. El Brent y el WTI también se encuentran en contango, una estructura de mercado en la que los precios a mes inmediato cotizan con descuento respecto a los precios más lejanos.
«El debilitamiento de la posición de apoyo de la OPEP+, unido a la producción récord de Estados Unidos y a la debilidad de las importaciones chinas de crudo, sólo puede significar una cosa: hay abundancia de petróleo disponible, lo que se refleja claramente en la estructura de contango de los dos principales contratos de referencia del crudo», afirma Tamas Varga, de la correduría PVM, en una nota.
Arabia Saudita y Rusia, los dos mayores exportadores de petróleo del mundo, pidieron el jueves a todos los miembros de la OPEP+ que se sumen a un acuerdo de recorte de la producción por el bien de la economía mundial, sólo unos días después de una díscola reunión del club de productores.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, conocidos como OPEP+, acordaron un recorte conjunto de la producción de 2.2 millones de barriles diarios (bpd) para el primer trimestre del próximo año.
Los futuros del crudo Brent y WTI van camino de caer 3,9% y 4% en la semana, respectivamente, sus mayores pérdidas en cuatro semanas.
Alimentando la caída del mercado, los datos de las aduanas chinas mostraron que sus importaciones de crudo en noviembre cayeron 9% respecto al año anterior, ya que los elevados niveles de inventarios, la debilidad de los indicadores económicos y la ralentización de los pedidos de las refinerías independientes debilitaron la demanda.
En Estados Unidos, la producción se mantuvo cerca de máximos históricos de más de 13 millones de barriles diarios, mostraron el miércoles los datos de la Administración de Información de Energía estadounidense.
El mercado también busca señales de política monetaria en el informe mensual de empleo de Estados Unidos que se publicará más tarde este viernes, y que se espera que muestre una mejora del crecimiento del empleo en noviembre y un aumento moderado de los salarios. Esto consolidaría la opinión de que la Reserva Federal de Estados Unidos ha terminado de subir las tasas de interés en este ciclo.