El petróleo BRENT (entrega septiembre 2023) cerró a 78,53 dólares el barril, subiendo unos +0,84 USD (+1,08%) frente a los 77,69 USD en el cierre del lunes, en la bolsa de Europa. Mientras que el WTI, operó a 74,09 dólares el barril, subiendo unos +1,02 USD (+1,40%) frente a los 72,99 USD en el cierre del lunes, en Nueva York.
Analistas aseguran que los precios del crudo suben debido a que los operadores evaluaban los recortes de la oferta por parte de los mayores exportadores petroleros mundiales y las esperanzas de una mayor demanda en el mundo en desarrollo en la segunda mitad de 2023 frente a unas flojas perspectivas económicas mundiales.
Los recortes de la oferta para agosto por parte de los principales exportadores, Arabia Saudita y Rusia, contribuían al leve alza de los precios referenciales, que también se veían favorecidos por la cotización del dólar, que tocaba mínimos de dos meses.
Un dólar más débil abarata el crudo para los tenedores de otras divisas y suele impulsar la demanda. Edward Moya, de OANDA, dijo: «El petróleo ha encontrado un suelo y lo único (…) que podría romperlo es si la inflación estadounidense es abrasadora y la Reserva Federal se ve obligada a endurecer esta economía hasta llevarla a una recesión».
Los mercados están a la espera de los datos de inflación de Estados Unidos del miércoles para ver si las presiones sobre los precios siguen moderándose, lo que podría dar pistas sobre las perspectivas de las tasas de interés.
Aunque varias autoridades de la FED dijeron que es probable que sigan subiendo las tasas para domar la inflación, los mercados se calmaron por los indicios de que los meses de endurecimiento de la política monetaria se acercan a su fin.
Tamas Varga, analista de PVM, dijo: «Sin embargo, los nervios aún no se han calmado del todo. Todavía es palpable la ansiedad de que los temores a una recesión puedan provocar un descenso de la demanda de petróleo».






