Hoy 8 de abril, en Luxemburgo, los ministros de Exteriores de la Unión Europea volverán a abordar la situación en Venezuela y los progresos del grupo de contacto internacional
La situación política y económica venezolana sigue siendo asunto de interés en la agenda de varios países y bloques regionales de integración, ya sea por las consecuencias directas que genera a las naciones vecinas, o por el impacto que en el ámbito económico significa para potencias como China y Rusia, que respaldan el gobierno del presidente Nicolás Maduro, así como para Estados Unidos, primer país en reconocer a Juan Guaidó como presidente encargado del país.
Una de las más recientes intervenciones pertenecen a Brasil, cuyo canciller Ernesto Araújo, afirmó el jueves que su país votará a favor del reconocimiento del gobierno del presidente de la Asamblea, Juan Guaidó, en la Organización de Estados Americanos (OEA).
Este anuncio cobra especial interés, debido a que el 27 de abril es el día en el que se haría efectiva la retirada de Venezuela del organismo, puesto que se cumplen dos años desde que el Gobierno del presidente Nicolás Maduro, solicitó su salida.
No obstante, esa decisión no tendría efecto después de que el pasado 22 de enero la AN nombró como representante de Venezuela en la OEA a Gustavo Tarre, con el fin de garantizar la permanencia del país en el organismo.
El reconocimiento que hiciera el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) al economista Ricardo Hausmann, designado por Guaidó, como representante de Venezuela, generó polémica cuando en marzo el gobierno de China, donde se iba a celebrar la asamblea anual del organismo multilateral, se negó a dar un visado a Hausmann.
China propuso para evitar roces diplomáticos que ningún representante de Venezuela participara en la asamblea del banco, pero la reacción de Estados Unidos, accionista mayoritario del BID, fue suspender la actividad.
Paso seguido, a principios de abril, Estados Unidos llamó a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) a incorporar en su directiva a un representante de Guaidó. «Llamamos a todos los países y a todas las organizaciones internacionales a incorporar representantes del gobierno legítimo de Guaidó», dijo el subsecretario del Departamento de Estado, Frank Fannon.
Hasta el momento, Guaidó no ha designado a ningún funcionario.
Previo a este encuentro, en Roma, Italia, el representante especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliot Abrams y el viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, intentaron matizar sus posturas con respecto a Venezuela. Sin embargo, «no lograron acercar sus posiciones sobre la crisis del país tras la autoproclamación de Guaidó como presidente encargado.
Abrams reiteró que para Washington «todas las opciones están sobre la mesa», y ejercerá presión económica y política sobre el gobierno de Maduro.
Riabkov dijo, por su parte, que advirtió a EEUU que Moscú está preocupada por las sanciones contra Caracas, y continuará defendiendo los intereses de las empresas rusas.
Con miras a tratar de cercar más al gobierno de Maduro, el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, solicitó a Rusia que renuncie al petróleo venezolano, demanda que fue rechazada por el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
“¿Esto se enmarca dentro del derecho internacional? De ninguna manera”, dijo Lavrov, quien vinculó la compra de petróleo venezolano a las reglas de competencia promovidas por la Organización Mundial de Comercio.
Este mes de abril, Pompeo se reunió con el ministro español de Exteriores, Josep Borrell, para pedirle que España «haga todas las presiones políticas y financieras posibles para no dar ninguna facilidad» al gobierno de Maduro, a lo que Borrell respondió: «España va a hacer lo que va a hacer en el marco de la Unión Europea (UE)».
Abordaron además el tema de las empresas españolas que operan en Venezuela y que podrían resultar afectadas por las sanciones estadounidenses al petróleo venezolano. Al respecto, Borrell afirmó que algunas compañías españolas han recibido advertencias del Ejecutivo estadounidense.
El próximo lunes, en Luxemburgo, los ministros de Exteriores de la Unión Europea volverán a discutir la situación en Venezuela y los progresos del grupo de contacto internacional.
Este Grupo de Contacto Internacional, creado en febrero, se fijó un plazo de 90 días para facilitar que se adelanten elecciones presidenciales libres, transparentes y creíbles tan pronto como sea posible, sin contemplar por el momento aprobar nuevas sanciones.
Incluye a ocho países europeos (Alemania, España, Francia, Holanda, Italia, Portugal, Reino Unido y Suecia) y cuatro latinoamericanos (Bolivia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay).