En la séptima misa de luto por el papa Francisco, el cardenal Claudio Gugerotti, prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales, resaltó este viernes cómo el pontífice argentino enseñó a «amar la diversidad» y a proteger a las comunidades cristianas de Oriente Medio.
La ceremonia, celebrada en la basílica de San Pedro, congregó a decenas de cardenales y religiosos orientales durante los Novendiales —nueve días de duelo tras la muerte de un papa—.
«Francisco nos mostró la riqueza de lo humano en todas sus expresiones. Hoy se alegraría de vernos unidos en oración por él y por su intercesión», afirmó Gugerotti en su homilía, enfocada en la urgencia de acoger a cristianos que huyen de conflictos en Tierra Santa.
«Debemos ayudarlos a conservar su identidad y aporte único al cristianismo», agregó, citando el compromiso del fallecido papa con los vulnerables.
El cardenal también invocó al Espíritu Santo en vísperas del cónclave —programado para iniciar el 7 de mayo— con palabras de San Simeón el Nuevo Teólogo: «Ven, luz verdadera; ven, vida eterna; ven, misterio escondido». Recordó que Francisco impulsó acciones concretas para «aliviar el dolor de la vida violada», reflejando su enfoque pastoral en justicia social.
Los Novendiales
Los nueve días de luto, que concluirán el 4 de mayo, incluyen misas diarias en honor al pontífice fallecido el 21 de abril a los 88 años. Su funeral multitudinario, con 140 delegaciones internacionales, culminó con su entierro en la basílica de Santa María la Mayor de Roma, en una tumba sencilla acorde a su humildad.
Gugerotti subrayó la paradoja custodiada por las Iglesias Orientales: mantener viva la esencia cristiana en territorios asediados por crisis. La ceremonia reforzó el llamado a continuar su legado de acogida y diálogo interreligioso.