Con casi 60 millones de habitantes, el país constató su primer caso de coronavirus el 16 de marzo, y los infectados aumentaron en una semana de 32 a 254 casos
El presidente tanzano, John Magufuli, instó a sus conciudadanos a encomendarse a Dios y mantener la economía del país funcionando, en tanto aumentan los casos de covid-19 y los llamados a tomar medidas más estrictas.
Mientras numerosos países africanos han puesto todo o parte de su territorio en confinamiento o impuesto toques de queda, Tanzania no los ha imitado. El sistema escolar está clausurado, pero los terminales de autobuses y mercados continúan siempre abarrotados.
Magufuli, apodado el «bulldozer» (tingating» en suahili), es uno más de los pocos líderes políticos mundiales que ponen en duda la peligrosidad de la pandemia.
«Es hora de consolidar nuestra fe y seguir orando a Dios, en lugar de ponernos mascarillas en el rostro. No dejen de rezar en iglesias y mezquitas», había declarado el mes pasado en Dodoma, la capital política.
«Estoy seguro de que (el virus) desaparecerá rápidamente como lo han hecho otros», añadió.
Durante el Viernes Santo, hizo comentarios similares, explicando que Dios protegerá a los tanzanos del coronavirus.
Este país de África del este, con casi 60 millones de habitantes, constató su primer caso de coronavirus el 16 de marzo, y los infectados aumentaron en una semana de 32 a 254 casos, y a 10 muertos este lunes.