«El ALBA siempre fue un instrumento político», afirma la canciller interina de Bolivia, Karen Longaric. «Bolivia ha revisado su relación con el Gobierno de Maduro, pero particularmente ha revisado su relación con la Embajada de Venezuela acreditada en Bolivia»
El Gobierno interino de Bolivia ha cambiado radicalmente la política exterior respecto a Evo Morales, rompiendo con la Venezuela de Nicolás Maduro para reconocer a Juan Guaidó, distanciándose de Cuba y de organismos como ALBA y Unasur.
La canciller interina de Bolivia, Karen Longaric, en una entrevista con Efe, defiende la necesidad de tomar distancia de los aliados de Morales, en su mensaje a la comunidad internacional de que el Ejecutivo provisional de Jeanine Áñez se ciñe al orden constitucional frente a quienes denuncian un golpe de Estado.
-¿Cómo cree que se percibe la imagen internacional de Bolivia en esta crisis?
-Alguna prensa internacional ha recogido las versiones de Evo Morales, en sentido de que calificar a este cambio a esta transición, sucesión constitucional, calificarla como un golpe de Estado.
Ese tema es argumentado por Evo Morales y socializado por Gobiernos amigos del régimen de Evo Morales, que han tratado de empañar la imagen de este Gobierno, pero estamos superando poco a poco esa coyuntura difícil.
En una resolución de la OEA hace tres días atrás, la OEA con apoyo de 26 países y con 4 votos en contra ha reconocido los esfuerzos de este Gobierno, su carácter constitucional y el deseo que tiene de llamar pronto a elecciones, además de pacificar el país.
P: Entonces Morales ha sido fundamental para proyectar una determinada imagen de Bolivia.
R: Ha influido enormemente, porque él ha estado 14 años en el Gobierno adelantando una política internacional vinculada a sectores de la ultraizquierda, que por cierto hay en todos los países del mundo, y esos grupos son los que han ayudado a Evo Morales y al Movimiento al Socialismo a mostrar esta transición constitucional como si fuese un golpe de Estado.
P: Dejando a Morales de lado, ¿considera que influyen negativamente las muertes en los sucesos en las ciudades de Sacaba y El Alto?
Los sucesos en Sacaba y en Senkata están vinculados al accionar de Evo Morales. Los grupos irregulares que están funcionando en todo el territorio boliviano están atentando contra la seguridad de la población y del Gobierno. Son grupos vinculados y dirigidos por Evo Morales.
Sería bueno que la prensa internacional las tome en cuenta y no hagan abstracción de la incidencia que tiene Evo Morales en el malestar interno.
(El pasado 15 de noviembre fallecieron por proyectiles de armas de fuego nueve civiles en Sacaba y el 19 otros ocho en Senkata, un barrio de El Alto, en operativos militares y policiales sobre los que se investiga la autoría de los disparos, que el Gobierno niega que sean de fuerzas del orden).
P: Tampoco podemos abstraernos de los fallecidos.
R: Existen protocolos internacionales, derecho blando, interpretación de normas internacionales que permitirían a las Fuerzas Armadas hacer uso de la fuerza si fuera necesario en momentos en que la Policía sea rebasada.
Esto en virtud y siempre asentado en el principio de proporcionalidad, es decir, de la respuesta a la agresión.
Hay datos técnicos que yo estaba escuchando a los miembros de las Fuerzas Armadas por peritajes que ha realizado el Instituto de Investigaciones Forenses que estas personas fallecidas han muerto por proyectiles que no son de los que usan ni las fuerzas armadas ni la Policía.
Además en posiciones que ameritarían, que descartarían, que fuesen las Fuerzas Armadas o la Policía que hubiesen disparado.
P: ¿Por qué Bolivia anunció su alejamiento de instancias como ALBA -la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-, UNASUR -la Unión de Naciones Suramericanas- y modificó su relación con Venezuela reconociendo a Juan Guaidó -presidente encargado-?
R: El ALBA siempre fue un instrumento político. El ALBA no fue un instrumento de integración, el ALBA es un foro político y que estaba siendo sustentado hasta hace poco, financiado, por el Estado boliviano y no ha reportado absolutamente ningún beneficio.
Respecto a Unasur, por qué nosotros vamos a tener que seguir vinculados a Unasur si el 70 por ciento de los países se han desvinculado y ahora solamente están en ella los países del «Socialismo del siglo XXI».
P: ¿Y el cambio en la relación con Venezuela?
Bolivia ha revisado su relación con el Gobierno de Maduro, pero particularmente ha revisado su relación con la Embajada de Venezuela acreditada en Bolivia, a partir de la constatación de que existen ciudadanos venezolanos que están participando activamente en todos estos movimientos agresivos y desestabilizadores que están desarrollando actividades de confrontación.
Esos ciudadanos venezolanos estaban conectados con la Embajada venezolana, donde también se constató que funcionarios, diplomáticos, tenían una injerencia descarada en la política interna de Bolivia.
P: ¿En adelante se harán algunos cambios similares? ¿Qué pasará con las relaciones con Irán o China?
R: No hemos analizado ese tema. Nada va a obstaculizar, nuestra intención es desarrollar relaciones diplomáticas con todos los países del mundo y en las mejores condiciones de respeto mutuo y de cooperación.
Eso vamos a continuar haciendo con todos los países que tenemos relaciones, sin excepción.