La Comisión para la Investigación de la Hambruna demandó el ingreso sin obstáculos en Gaza de suministros médicos y humanitarios como agua y alimentos, el fin del asedio al norte de Gaza y el cese de los ataques a instalaciones sanitarias y a otras infraestructuras civiles esenciales
La Comisión para la Investigación de la Hambruna (FRC, por sus siglas en inglés), alertó este viernes que hay «una gran probabilidad de una hambruna inminente en zonas de la Franja de Gaza» si no se actúa «en días, no en semanas» para «evitar y aliviar esta situación catastrófica» que «podría empequeñecer» todo lo visto desde el comienzo de la ofensiva israelí contra Gaza.
El FRC, que trabaja con ONG y organismos internacionales como Unicef, FAO, Save the Chindren o Acción contra el Hambre, lanzó este viernes una alerta en su web en la que advierte que la situación humanitaria en la Franja de Gaza es «extremadamente grave y se está deteriorando rápidamente».
El Ejército israelí mantiene un renovado asedio en el norte de Gaza desde hace 35 días, en el que han muerto más de 1.800 personas, según el Ministerio de Sanidad gazatí.
El comité asegura que dado el conflicto y los desplazamientos de la población, el colapso del sistema alimentario, los niveles críticos de acceso a la comida, los ataques contra las instalaciones de salud, nutrición e infraestructuras civiles, el «peor escenario posible» que el equipo de expertos había planteado «se está desarrollando actualmente en zonas del norte de la Franja de Gaza».
«Por lo tanto, se puede suponer que el hambre, la desnutrición y la mortalidad excesiva debida a la desnutrición y las enfermedades están aumentando rápidamente en esas zonas» subraya un comunicado en el que el FRC muestra su temor de que «ya se hayan cruzado los umbrales de hambruna o que se crucen en un futuro próximo».
El Comité hace un llamamiento de urgencia a todas las partes involucradas en el conflicto o a las que puedan tener influencia sobre ellas a que actúen inmediatamente «para revertir esta catástrofe humanitaria».
Y pide, entre otras cosas, el ingreso sin obstáculos en Gaza de suministros médicos y humanitarios como agua y alimentos, el fin del asedio al norte de Gaza y el cese de los ataques a instalaciones sanitarias y a otras infraestructuras civiles esenciales.
Finalmente alerta que si «no se responde a estos llamamientos en los próximos días (…) es probable que la escala de esta catástrofe inminente empequeñezca todo lo que hemos visto hasta ahora en la Franja de Gaza desde el 7 de octubre de 2023».
El pasado 31 de octubre, la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) advirtieron de que el riesgo de hambruna en los próximos seis meses era una amenaza latente para cientos de miles de personas en Gaza, Sudán, Sudán del Sur, Haití y Mali, por lo que pidieron «intervenciones urgentes para evitar más muertes».