De acuerdo con los reportes de las autoridades, el hijo del exmandatario fue sacado de su vehículo y después fue ultimado con un disparo en la cabeza
En la madrugada de este jueves Said Lobo Bonilla, hijo del expresidente de Honduras Porfirio Lobo (2010-2014), fue asesinado a tiros junto a otros tres amigos cuando salían de una discoteca en el centro de Tegucigalpa.
El ataque, que quedó grabado en las cámaras de seguridad, fue perpetrado por un comando de hombres armados que ingresaron al parqueadero del edificio Torres de Morazán, en el centro de la capital hondureña, donde estaban Lobo Bonilla, de 19 años y sus acompañantes.
De acuerdo con los reportes de las autoridades, el hijo del exmandatario fue sacado de su vehículo y después fue ultimado con un disparo en la cabeza.
Entre las otras víctimas fatales del asalto se encontraba también Luis Zelaya, quien es familiar del exgeneral Romeo Vásquez, el líder de las Fuerzas Armadas de Honduras cuando ocurrió el golpe de Estado contra Manuel Zelaya en 2009.
Las otras dos víctimas del ataque fueron Salomón Velásquez y Norlan Enrique Rodríguez, conductor de Lobo Bonilla.
Inician las investigaciones
Otro hijo del exmandatario también asistió a la discoteca, pero logró salvarse del ataque porque iba en un vehículo que no fue interceptado por el comando de hombres armados.
La noticia fue confirmada por el propio expresidente después de visitar el lugar donde ocurrió el crimen. «Mi hijo y demás jóvenes fueron atacados por comandos policiales falsos, es un gran dolor para mi familia», señaló Lobo Sosa.
La madre de Said Lobo y ex primera dama de la Nación, Rosa Elena Bonilla, recibió un permiso especial de la prisión donde cumple una condena por casos de corrupción, para poder asistir a la velación y al sepelio de su hijo.
De acuerdo con la agencia de noticias EFE, la Secretaría de Seguridad de Honduras informó que equipos especiales de la Policía Nacional realizan «operaciones exhaustivas» para saber lo que ocurrió durante la masacre.
«Información de unidades de inteligencia nos indican que hay intenciones de colaboradores de estructuras criminales que tienen ya una planificación para crear caos, incertidumbre y un ambiente de inseguridad», anotó la Secretaría de Seguridad.






