En alocución el presidente Gustavo Petro respondió con un tono desafiante a la decisión de Estados Unidos de descertificar a Colombia en la lucha contra las drogas. El mandatario no solo rechazó la medida de la Casa Blanca, sino que envió un mensaje directo al presidente Donald Trump: «A mí no me amenace, y aquí lo espero si quiere».
La reacción del jefe de Estado se produjo después de que se confirmara que Washington había decidido sancionar al país por «incumplir manifiestamente sus obligaciones» en la política antidrogas. Aunque la resolución estadounidense llegó acompañada de un waiver —una excepción parcial que abre la posibilidad de reversar la decisión—, Petro consideró la medida una «grosería» contra Colombia.
Un reto directo a Trump
Durante su discurso, Petro cuestionó la política antidrogas de Estados Unidos y lanzó un desafío abierto a Trump: «Aquí lo espero si quiere, no acepto invasiones, no acepto misiles, no acepto asesinatos».
El mandatario insistió en que su gobierno está dispuesto a cooperar en materia de seguridad, pero bajo condiciones de respeto y transparencia: “Acepto inteligencia, vengan aquí a hablar con inteligencia, y lo recibimos, y hablamos de tú a tú, y con cifras reales, no con mentiras”.
Petro advirtió además al presidente estadounidense que no se deje manipular por sectores políticos en el sur de la Florida: «No se deje engañar de las mafias políticas colombianas que han condenado a este país a 700.000 muertos, a la desigualdad más profunda y a la pobreza estructural«.
Proceso judicial en Estados Unidos
El presidente Petro dijo que irá a Estados Unidos a las Naciones Unidas «si es que me dejan entrar».
Afirmó que un informante del país norteamericano le aseguró que «una persona norteamericana hizo una reunión con Cabal, Cuenca Leyva y Uribe para ver cómo se arman un proceso judicial en mi contra en EEUU yo que ni siquiera voy a EEUU por una supuesta conspiración de él contra el Gobierno EEUU, hasta ese punto han llegado los cipayos».
Críticas a la estrategia antidrogas
En su mensaje, el presidente colombiano reiteró que la lucha contra el narcotráfico no puede seguir midiéndose en muertos ni en hectáreas erradicadas: «El verdadero indicador debe ser la prosperidad de las familias campesinas de Colombia, Perú, Bolivia y otros países, y el crecimiento del amor en la sociedad de Estados Unidos y de Europa».
Petro enfatizó que, pese a los señalamientos de Washington, su administración mantiene una estrategia de incautaciones contundente: «Di la orden tajante de incautar todo lo que se atraviese sin amenazar a ningún país del mundo».
El mandatario recordó, además, que el consumo sigue siendo el mayor reto en Norteamérica: “Ustedes tienen 3.000 muertos por sobredosis de cocaína y 100.000 muertos por fentanilo. Eso demuestra que toda su política antidrogas de 50 años fracasó”.
En un mensaje en X el mandatario expresó: «a estrategia de la erradicación forzada contra la cocaína es una estrategia equivocada que solo nos deja a Colombia, muertos. Ya va un millón en América Latina, y dejará un millón de muertos en EEUU por su paso al consumo de Fentalino. La solución es respeto, sustitución voluntaria de cultivos al campesino y fuerte campaña de salud en prevención y atención a consumidores en EEUU»
Defensa de la soberanía
En medio de su alocución, el presidente también respondió a sectores de la oposición en Colombia que lo criticaron tras la descertificación. «La soberanía de Colombia no se entrega. Liberales y conservadores que hoy firman un comunicado entregaron esa soberanía cuando vendieron a Panamá. Nosotros no somos de esa clase», sentenció.
Petro aseguró que la medida de Estados Unidos constituye un ataque no solo a su gobierno, sino también a su integridad personal: “Me refiero a lo que considero una injusticia, una grosería profunda contra el país que más sangre ha regado para que la sociedad de Estados Unidos y de Europa no consuman tanta cocaína, y un insulto obviamente para mi vida personal”.
El mandatario subrayó que, después de Luis Carlos Galán, él es el líder político que más ha enfrentado al narcotráfico: “A costa de la inseguridad permanente que he vivido, de los intentos de homicidio, de la persecución permanente contra mí y mi familia”.
El llamado final
Al cierre de su intervención, Petro reiteró su llamado a replantear la política global contra las drogas: “Cambien, a mí no me amenacen, y aquí los espero si quieren”.
El presidente se mostró dispuesto a abrir un diálogo con Estados Unidos y Europa, pero insistió en que el enfoque debe ser distinto: “No acepto intervenciones ni asesinatos. Acepto inteligencia, vengan aquí a hablar con inteligencia y los recibiremos. Dejen de dejarse engañar por las mafias políticas de Colombia”.






