En medio de la Asamblea General de la ONU, el presidente de Argentina, Javier Milei, arremetió contra las mismas Naciones Unidas en Nueva York. En ello, el mandatario inició asegurando que se vio obligado a ser el líder del país por cuenta de la dura crisis económica que se vivía en la nación gaucha después de una seguidilla de gobiernos de izquierda, más otros que no lograron los resultados necesitados.
Crítico de la Agenda 2030 y de la ONU, a la que llamó «Leviatán de múltiples tentáculos» y la acusó de imponer una agenda «socialista».
Además, defendió a Israel y advirtió que Argentina abandonará la posición «histórica de neutralidad». Antes de emprender su viaje de regreso a la Argentina, mantendrá un encuentro bilateral con su par ecuatoriano, Daniel Noboa, y se reunirá con la titular de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen.
«En esta casa que dice defender los derechos humanos permitieron entrar al Consejo de DDHH a dictaduras sangrientas como la de Cuba y Venezuela», sentenció.
En ese sentido, sostuvo que «hemos visto como una organización que nació para defender los derechos del hombre ha sido una de las principales propulsoras de la violación sistemática de la libertad como con las cuarentenas a nivel global en el año 2020 y que debería ser considerado un delito de lesa humanidad», concluyó.
Y anunció: «Argentina va a abandonar la posición de neutralidad histórica que nos caracterizó. Y va a estar en la vanguardia de la lucha en la defensa de la libertad».