Vinculó la violencia de las bandas de la Cota 905 con dirigentes opositores, con el Gobierno de Colombia y con el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise
Después de horas de tiroteos en Caracas -en el transcurso de la semana- sin información oficial, este sábado la administración de Nicolás Maduro copó la escena mediática con su versión sobre lo sucedido en la Cota 905.
Maduro vinculó la violencia de las bandas de la Cota 905 con dirigentes opositores, con el Gobierno de Colombia y con el asesinato del presidente de Haití, Jovenel Moise.
Una empresa de un venezolano radicado en Miami, supuestamente contrató a los mercenarios colombianos que mataron a Moise, según sus declaraciones durante el acto de transmisión de mando de los comandos de la Fuerza Armada.
Las agencias de inteligencia de Estados Unidos «tienen que haber conocido de estos movimientos de mercenarios, porque se dieron en sus narices. Fue en Florida. Una empresa con las siglas CUT, propiedad de un militante de la derecha venezolana, extremista, amigo personal de Leopoldo López y Juan Guaidó» contrató a los mercenarios, acusó el mandatario.
Dijo que el empresario es de apellido Itriago.
También opinó que el gobierno de Colombia «sabía, y tiene que reconocerlo» la salida de mercenarios hacia Haití. Porque un grupo tan numeroso «no puede ser que los organismos de inteligencia de Colombia no lo superan».
En los próximos días «presentaremos nuevas pruebas de mercenarios que se entrenan y preparan en Colombia para ejercer actos de terrorismo y sicariato en Venezuela».