En rueda de prensa en Brasilia, Lula afirmó que “América Latina debe seguir siendo una zona de paz” y confirmó que en recientes conversaciones con Donald Trump y Nicolás Maduro insistió en que “las cosas no se resuelven con tiros, sino con diálogo político”.
El mandatario brasileño reveló que habló por separado con ambos líderes a inicios de diciembre y que planea volver a dialogar con Trump “antes de Navidad” para explorar una salida diplomática. “No entiendo si la tensión es por el petróleo, los minerales críticos o para derribar a Maduro, pero lo importante es impedir un aumento de las hostilidades”, señaló.
Contexto de la crisis
La propuesta de Lula llega en un momento en que Estados Unidos mantiene un amplio despliegue militar en aguas del Caribe y el Pacífico, bajo el argumento de combatir el narcotráfico. Desde septiembre, la administración Trump ha bombardeado embarcaciones civiles supuestamente vinculadas al tráfico de drogas, con un saldo de cerca de un centenar de muertos.
Además, Washington anunció un bloqueo total de petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela, intensificando la presión sobre el gobierno de Maduro. Caracas, por su parte, denuncia que se trata de un intento de “cambio de régimen” disfrazado de campaña antidrogasDiario Libre.
Obstáculos a la mediación
Analistas advierten que la mediación enfrenta serias dificultades. Según expertos consultados por medios regionales, la inflexibilidad de las posiciones es el principal obstáculo: Trump exige la salida inmediata de Maduro, mientras que el mandatario venezolano rechaza esa condición. Intentos previos de mediación, incluso con participación del Vaticano y países como Qatar, no prosperaron por falta de confianza y cumplimiento de acuerdos.
Brasil como actor regional
Lula, de 80 años, ha insistido en que Brasil puede desempeñar un papel clave por su peso diplomático y su extensa frontera con Venezuela. “Estoy a disposición tanto de Venezuela como de Estados Unidos para contribuir a una solución pacífica en nuestro continente”, declaró.
El presidente brasileño también vinculó la crisis con temas comerciales, recordando que mantiene negociaciones con Trump sobre aranceles a exportaciones brasileñas. “Era posible negociar sin guerra”, dijo, subrayando que la prioridad es evitar una “guerra fratricida” en Sudamérica.






