La asambleísta indígena Muriel Santacruz fue víctima de agresiones por parte de grupos de oposición al gobierno del presidente de Bolivia, Luis Arce
El presidente de Bolivia, Luis Arce, denunció la agresión por parte de sectores neofascistas que agredieron recientemente a un grupo de mujeres quienes salieron en defensa de sus ideologías indígenas.
“Hoy enfrentamos, y tenemos al frente al fascismo (…), que está en nuestro país, que ustedes lo señalaban, cuando agredían y agreden a nuestras compañeras por pensar diferente”, afirmó el mandatario durante el acto por el aniversario 79 de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (Fstmb).
El jefe de estado se refirió especialmente a la polémica surgida luego de la agresión de la que fue víctima la asambleísta departamental Muriel Cruz, a las puertas de la gobernación de Santa Cruz por parte de seguidores de la alianza opositora Creemos.
Muriel Cruz intentaba entrar a una sesión del órgano legislativo en la que tomarían posesión dos concejales indígenas, cuando fue brutalmente golpeada a puñetazos y patadas mientras caía al suelo del recinto.
Hasta los momentos, permanece ingresada en un centro de salud en Bolivia. “Solo por defender una ideología que no coincide con los apetitos de un grupo cada vez más minoritario en el país”, advirtió Arce.
En el discurso, el primer mandatario de ese país, rememoró los enfrentamientos que surgieron entre el Ejército y los trabajadores mineros de Oruro y Potosí en 1942.
Asimismo, subrayó la revolución de 1952 en la que la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, Fstmb, y el Movimiento Nacional Revolucionario de ese país, derrotaron «en las calles al Gobierno de turno, que más tarde diera impulso a la creación de la Central Obrera Boliviana».
Arce destacó que gracias a la realización de estas luchas, se produjo la nacionalización de las minas y la creación de la Corporación Minera de Bolivia, administrada por el Ejecutivo y los sindicatos obreros en Bolivia.