En un solo texto denunció las sanciones, pero también señaló que Venezuela necesita elecciones libres y una democracia profunda
Las sanciones han sido objeto de crítica por parte del presidente de Colombia, Gustavo Petro. Pero también, la crisis política venezolana y la necesidad de resolverla por la vía electoral.
«Lo que produjo la migración venezolana por millones se llama bloqueo económico y un gobierno colombiano ayudó a hacerlo. Se convirtió en un verdadero «boomerang». Bloquearon la venta internacional de petroleo y de eso vivía la sociedad venezolana. El empobrecimiento inmediato produjo la migración. Sus mujeres y jóvenes fueron humillados en nuestros países y ahora los migrantes marchan por millones hacia EEUU. La política profundamente equivocada de Duque y Trump crearon un nuevo actor de la violencia que estalla en todas las sociedades de América», alegó Petro en un mensaje en la red X.
Pero no solo solicitó que se levanten las sanciones. También instó a que haya democracia en Venezuela y llamó a celebrar elecciones libres. «Es hora de un cambio de política. A Colombia le interesa que la sociedad venezolana viva en paz, en democracia profunda y vuelva a tener bienestar económico y social. Por eso debe levantarse el bloqueo y debe haber elecciones libres».
Petro dijo esperar apoyo financiero del gobierno estadounidense para un plan educativo: «Abriremos las universidades públicas de manera gratuita a la juventud colombiana y venezolama residente en Colombia. Espero del gobierno de EEUU ayuda financiera para sostener este programa. Este y no los batallones en las fronteras es el mejor método para contener el éxodo».
La salida de Juan González como asesor del presidente estadounidense, Joseph Biden, podría indicar un cambio en el alivio de las sanciones logrado por el gobierno venezolano.
«Las sanciones, en general, afectan a la población más vulnerable con mayor fuerza. Realmente afectan poco a las cúpulas que dirigen los países, y afectan más a la población de menores recursos», recuerda el economista Manuel Sutherland. En el caso venezolano, explica, «las sanciones dificultan la vida económica de la población de manera muy importante, reducen los ingresos del Estado muy fuertemente e impulsan procesos en los que la corrupción es mucho mayor».