La cumbre de jefes de Estado de América del Sur cerró este martes en Brasilia con un llamado unánime de unión regional, a pesar de las diferencias políticas, tras años de distanciamiento por la escisión reciente de bloques como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
El primero en tomar la palabra fue el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, principal impulsor de la cita, para resaltar que «la integración de América del Sur depende del sentimiento de permanecer a la misma comunidad«.
«Una Sudamérica fuerte, segura y políticamente organizada amplía las posibilidades de afirmar, a nivel internacional, una verdadera identidad latinoamericana y caribeña», remarcó.
Lula, quien retornó el poder en enero, indicó que la integración debe ser un objetivo permanente. «Necesitamos dejar raíces fuertes para las próximas generaciones», señaló.
Desde 2014, cuando se efectuó la última cumbre de la Unasur en Ecuador, no se realizaba un encuentro de jefes de Estado de América del Sur.
Con información de Globovisión






