El movimiento indígena puso condiciones para retomar el diálogo, una de ellas fue la desmilitarización de ciertos sectores de Quito
La Confederación Nacional de Indígenas del Ecuador llamó a un paro en todo el país el 13 de junio contra el gobierno de Guillermo Lasso. La intención es hacer presión para que el Ejecutivo reduzca los precios del combustible en algunas provincias, promover el empleo, combatir el crimen y regular los precios de los productos agrícolas.
La protesta, que en su momento era pacífica, se ha tornado violenta y con muchos hechos vandálicos que han llevado al cierre de comercios en algunas ciudades de Ecuador.
Guillermo Lasso asegura que bajo su mando no va a permitir el desorden y «buscan generar el caos». Además, asegura que quieren sacarlo de la presidencia. «Yo estoy aquí, yo no voy a escapar», dijo en un video que publicó en Twitter.
El Presidente de Ecuador insiste que los hechos de violencia de los últimos días lo obligaron a declarar el estado de excepción «para defender la capital y defender el país». El mismo incluye las provincias de Cotopaxi, Pichincha, Imbabura, Chimborazo, Pastaza y Tungurahua.
El movimiento indígena puso condiciones para retomar el diálogo, una de ellas fue la desmilitarización de ciertos sectores de Quito y la derogación del estado de excepción.
La Policía Nacional rechaza las intenciones de derogar el estado de excepción que promueve toque de queda de 10 pm a 5 am, en las seis provincias y la coordinación de seguridad entre las Fuerzas Armadas y la Policía.
Las autoridades ecuatorianas reportan cuatro fallecidos en el contexto de las protestas. Según el parte oficial «el último fallecimiento ocurrió este martes en la provincia de Pestaza a consecuencia de la manipulación de una artefacto explosivo».
El Ministerio de Salud informó que dos personas murieron el domingo pasado debido a la obstaculización del paso de las ambulancias.