La Alianza para los Pueblos de Nuestra América (ALBA-TCP) emitió un comunicado ante el desarrollo de la segunda vuelta electoral presidencial en Ecuador el cual, asegura, se llevó a cabo bajo un estado de excepción que calificó como “insólito”.
Asimismo, agregó que este régimen tuvo un gran impacto “en las provincias de mayor tradición electoral popular”, y, además, fue desenvuelto “en un ambiente de amedrentamiento general” a la ciudadanía en “abierto ventajismo” al candidato Daniel Noboa.
“La Secretaría Ejecutiva del ALBA-TCP condena categóricamente estas acciones irregulares que apuntan a la concreción de un manifiesto fraude electoral premeditado”, reza parte del comunicado al tiempo que expresó su respaldo a la demanda de los ecuatorianos de “revisión del proceso” mediante investigación rigurosa.
Por otra parte, el colectivo internacional de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC- Social), en calidad de observador internacional en los comicios, “alzó su voz” para denunciar con contundencia lo que señaló como “el grave atentado con la voluntad popular” en los comicios presidenciales.
“Lo que ha ocurrido en este país no es solo un caso de irregularidades administrativas: se trata de un montaje sistemático, orientado a imponer por la fuerza un proyecto autoritario encabezado por Daniel Noboa, cuyo ascenso al poder carecer de legitimidad democrática”, agregó.
El comunicado añade que “las señales de fraude son múltiples y alarmantes” al tiempo de señalar que hubo “alteraciones de última hora en los lugares de votación”, “uso arbitrario de recursos estatales con fines clientelistas, exclusión deliberada de veedurías internacionales y la inaceptable suspensión del voto de miles de ecuatorianos en el exterior”.