La fila formada por miles de personas que acuden a la basílica de San Pedro para dar el último adiós al papa Francisco ha superado la medianoche en Roma, en el primero día de tres días de exposición del féretro antes del funeral del sábado.
Las personas que aguardan pacientemente a entrar al templo en la Plaza de San Pedro ya pasada la medianoche en Roma se cuentan todavía por miles, todo envuelto en un severo protocolo de seguridad y controlado por la Policía y la Protección Civil.
Se espera que la basílica con el cuerpo del pontífice permanezca abierta toda la noche o al menos hasta que todo el mundo le haya despedido, según explican los voluntarios.
Desde que se abrió la capilla ardiente a las 11:00 horas locales hasta las 19:30 horas locales el Vaticano había contabilizado 19.430 personas.
Francisco, fallecido el lunes con 88 años a causa de un ictus y tras más de dos meses con serios problemas respiratorios, yace dentro de un féretro de madera a los pies del baldaquino de Bernini.