El presidente cubano que se mostró dispuesto a dialogar «en condiciones de igualdad» y «sin imposiciones» con Washington, aseveró que su Gobierno no aceptará «injerencias» ni va a renunciar a su «modelo de construcción socialista»
El Gobierno cubano se refirió este miércoles por primera vez a la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales estadounidenses de hace 22 días y aseguró que el resultado entraba dentro de lo previsto, por lo que «el país está preparado».
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, hizo estas declaraciones en un encuentro informal pero planeado con un grupo de pobladores del municipio de Lajas, dentro de una de sus visitas a las provincias sin medios internacionales. Su intervención fue difundida en la televisión estatal y en perfiles oficiales de las redes sociales.
«Para nosotros los resultados de esas elecciones no son nuevos. Era un escenario previsto», aseguró Díaz-Canel, también primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC, único legal).
«Era un escenario probable y veníamos preparándonos para ese escenario», agregó.
Díaz-Canel criticó las sanciones de Estados Unidos contra la isla, un paquete que calificó de «perverso y genocida». Recordó que la última serie de sanciones fue impuesta durante el primer mandato del republicano Trump y que el actual presidente de EEUU, el demócrata Joe Biden, ha «mantenido la misma posición de hostilidad».
Reiteró asimismo que las sanciones de EE.UU. son las causantes de la actual crisis que sufre el país, responsabilizándolas de los apagones y la escasez de básicos, como alimentos y medicinas. «Es verdad que hemos sufrido», reconoció el mandatario.
La mayoría de expertos independientes coinciden en señalar que la actual situación de la isla se debe a la pandemia, el endurecimiento de las sanciones estadounidenses y los errores en la política económica y monetaria nacional que han agravado problemas estructurales del país, que no ha logrado una posición sustentable en décadas.
La grave crisis, que va para cinco años, ha generado un creciente descontento, visible en las inusuales protestas que se han registrado en los últimos años y en el inédito éxodo migratorio que vive el país.
El producto interno bruto (PIB) se contrajo un 1,9 % en 2023, según cifras oficiales, y el Gobierno ya ha avanzado que no espera crecimiento en el presente ejercicio.