Desde la Administración de Biden se subrayó la necesidad de poner fin al conflicto
El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció este sábado que, bajo sus órdenes, Estados Unidos ha procedido a evacuar a su personal gubernamental de Jartum y ha suspendido temporalmente las operaciones de su embajada en Sudán.
El mandatario señaló en un comunicado difundido por la Casa Blanca que Etiopía, Yibuti y Arabia Saudí fueron «decisivos» para que esa salida ocurriera con éxito.
La evacuación estuvo encabezada por el Comando de Estados Unidos para África en estrecha colaboración con el Departamento de Estado.
Las Fuerzas sudanesas de Apoyo Rápido (FAR), según se dejó claro desde Washington, no estuvieron implicadas en la operación: «Cooperaron en la medida en que no dispararon a nuestros miembros de servicio en su transcurso», apuntó en una llamada con periodistas el subsecretario de Gestión del Departamento de Estado, John Bass.
Biden añadió en su comunicado que aunque se suspenden temporalmente las operaciones de la embajada en Sudán, el compromiso estadounidense «con los sudaneses y con el futuro que quieren no tiene fin».
El secretario de Estado, Antony Blinken, admitió en otra nota que si bien la decisión de suspender temporalmente las operaciones de una embajada «siempre es difícil», la seguridad de su personal es «prioritaria» y se ha dado ese paso ante los «crecientes y serios riesgos» provocados por el conflicto.
Desde Washington se incidió en que van a seguir ayudando a los estadounidenses en Sudán de cara a su «propia seguridad» y a que puedan estar informados.
Yibuti, según se apuntó desde la Administración de Biden, está considerando usar su inteligencia y medios de vigilancia y reconocimiento para analizar posibles rutas de salida y detectar amenazas, y se está evaluando utilizar «recursos marítimos» en el puerto de Sudán para potencialmente poder ayudar a los estadounidenses que lleguen allí.
«También seguiremos coordinándonos con nuestros aliados, así como con nuestros socios locales, en los esfuerzos para garantizar la seguridad de su personal», sostuvo Blinken.
El subsecretario de Gestión del Departamento de Estado añadió que algunos miembros de otras legaciones diplomáticas estaban en ese momento en la estadounidense también fueron evacuados: «Una vez en la embajada, sentimos que lo más prudente era llevarlos con nosotros», dijo Bass sin precisar la cifra ni las nacionalidades.
En total, se evacuó a menos de 100 personas y participaron en la evacuación unos 100 miembros de las fuerzas estadounidenses.
Desde la Administración de Biden se subrayó la necesidad de poner fin al conflicto.