El estrecho de Ormuz es un estrecho (brazo de mar) angosto entre el golfo de Omán, localizado al sudeste, y el golfo Pérsico, al sudoeste. En la costa norte se localiza Irán y en la costa sur el enclave omaní de Musandam.
Actualmente tiene importancia estratégica debido a que se encuentra en la salida del golfo Pérsico, que es rico en petróleo. Su anchura es de ~60 a 100 kilómetros. Casi el 20 % del petróleo del mundo y aproximadamente el 35 % comercializado por mar pasa por el estrecho, por lo que es un punto estratégico muy importante para el comercio internacional.
¿Por qué Ormuz es vital para el mundo?
Ubicado entre Irán y Omán, este estrecho es la principal ruta de transporte de petróleo y gas natural licuado (GNL) a nivel global. Según datos de la Agencia Internacional de Energía (AIE):
- Por él transita 20% del petróleo mundial, unos 17-21 millones de barriles diarios.
- Conecta a los mayores exportadores (Arabia Saudí, Irak, Emiratos Árabes Unidos, Kuwait) con los principales consumidores (China, India, Europa).
- Es clave para el GNL: Qatar, uno de los mayores exportadores, depende casi por completo de esta vía.
Un cierre, incluso temporal, desataría una crisis energética global, disparando los precios del crudo y amenazando la estabilidad económica en un momento de alta inflación y recuperación postpandemia.
El «cuello de botella» más peligroso del mundo
Su geografía lo hace extremadamente vulnerable:
- Solo dos carriles de navegación (uno de entrada y otro de salida) separados por una zona neutral.
- Aguas territoriales disputadas, donde Irán ha interceptado buques en el pasado.
- Capacidad militar iraní: Teherán cuenta con misiles costeros, minas navales y lanchas rápidas para hostigar el tráfico marítimo.
Historia de tensiones
No es la primera vez que se amenaza con cerrar Ormuz:
- 2011-2012: Irán advirtió con bloquearlo tras sanciones occidentales por su programa nuclear.
- 2019: Ataques a petroleros en el Golfo aumentaron las primas de seguros marítimos un 300%.
- 2024: Houthis (aliados de Irán) atacaron buques en el Mar Rojo, mostrando la vulnerabilidad del comercio energético.
¿Qué pasaría si se cierra?
Analistas prevén un escenario catastrófico:
- El petróleo superaría los 200 USD/barril (Brent cotizó en los 80,37 y WTI en 75,89, para el cierre del 20 de junio).
- La gasolina y combustibles se encarecerían en Europa, Asia y América del Norte.
- Alternativas limitadas: Solo Arabia Saudí y Emiratos tienen ductos para evitar Ormuz, pero con capacidad insuficiente.
- Respuesta militar probable: EEUU y la OTAN podrían intervenir para reabrir la ruta, como en la Guerra del Golfo (1991).
Cualquier interrupción en este flujo no solo provocaría una escalada inmediata en los precios del petróleo y el gas, sino que desataría una crisis energética global con consecuencias devastadoras para las economías dependientes de estas importaciones. Las industrias se paralizarían, el transporte se encarecería exponencialmente y la inflación se dispararía, afectando directamente la calidad de vida de miles de millones de personas.
Geopolítica del petróleo: ¿Quién controla Ormuz?
- Irán: Usa el estrecho como herramienta de presión. Su cierre sería un «arma económica» contra Occidente.
- EEUU: Mantiene la Quinta Flota en Bahrein para disuadir bloqueos.
- China: Depende del crudo de Oriente Medio y buscaría evitar una guerra que interrumpa sus suministros.
- Potencias Globales: China, Japón, Corea del Sur y la Unión Europea, como grandes importadores de energía, tienen un interés vital en la estabilidad del estrecho. La interrupción del suministro no solo afectaría sus economías, sino que podría obligarlos a reevaluar sus estrategias de seguridad y alianzas.
Algunos reportes indican que a lo largo de las décadas, el Estrecho de Ormuz ha sido escenario de incidentes navales, tensiones diplomáticas y demostraciones de fuerza. Desde ataques a petroleros hasta la incautación de buques, cada suceso en estas aguas tiene el potencial de desencadenar una escalada regional e incluso global. La mínima chispa puede incendiar una zona ya de por sí volátil.
Fuentes consultadas: Reportes del Departamento de Energía, EFE, enciclopedias digitales y portales de consultoras petroleras