Solo Turquía ha reportado 12 mil 873 personas muertas y más de 60 mil personas heridas según la agencia de de gestión de catástrofes del país
Recep Tayyip Erdogan condenó las crecientes críticas a la respuesta de las autoridades turcas a los terremotos. En su primera visita a la zona del desastre, el presidente de Turquía reconoció «deficiencias» en la respuesta de su Gobierno, pero se comprometió a que nadie «se quede en la calle.»
Muchos turcos se han quejado de la falta de equipamiento y apoyo mientras esperaban escuchando gritos de auxilio sin poder rescatar a familiares y vecinos atrapados.
«Ciertamente ha habido carencias, dadas las condiciones. Es imposible estar preparado para afrontar una catástrofe como ésta», ha destacado Erdogan.
Más de tres días de desesperación
Los habitantes de la ciudad de Antioquía aguardan la llegada de ayuda para rescatar a sus seres queridos. Entre hogueras, permanecen de pie en medio del frío frente a sus casas derrumbadas, donde aún hay familiares sepultados.
Abdulqader Barakat, es uno de los supervivientes del terremoto: «Hay cuatro, sacamos a dos y dos siguen (dentro) desde hace horas. Oímos sus voces y están respondiendo. Necesitamos equipos (de rescate), hago un llamamiento al mundo entero y a la comunidad internacional para que nos ayuden a rescatar a los niños.»
Sin embargo, aún conservan la esperanza, avivada por imágenes como ésta. Se trata del rescate de Helen, una bebé sacada de entre los escombros después de 68 horas. Además de las 12 873 personas muertas en Turquía, la agencia de gestión de catástrofes del país dijo que más de 60 000 han resultado heridas.
El número de muertos por los seísmos en Siria se elevó hoy a 3.162 y el de heridos alcanza ya los 5.235, mientras las labores de rescate continúan en las cinco provincias del país más afectadas con pocas esperanzas de hallar supervivientes.
En las áreas de Idlib y Alepo (noroeste) en manos de la oposición, el balance supera las 1.900 víctimas mortales y los 2.950 lesionados, según el último recuento ofrecido por los Cascos Blancos, un grupo de rescatistas que opera en las regiones opositoras de Siria.
Los rescatistas alertaron de que las cifras podrían seguir subiendo, ya que muchas personas continúan atrapadas bajo los escombros en el cuarto día de operaciones de emergencia tras el sismo inicial registrado el pasado lunes con epicentro en el sureste de Turquía.
Por otro lado, 1.262 personas perdieron la vida y otras 2.285 resultaron heridas por los seísmos en las zonas controladas por el Gobierno de Bachar al Asad, que no ha actualizado su balance desde ayer.
De las zonas en manos de Damasco, las víctimas se concentran en las provincias de Latakia, Hama y Tartus, también en el noroeste y oeste del país, además de en puntos de Alepo que escapan al control de la oposición.
Las autoridades sirias anunciaron ayer que cerca de 293 000 personas tuvieron que abandonar sus hogares a consecuencia de los seísmos en las zonas gubernamentales, donde se han habilitado unos 180 albergues para acoger a quienes perdieron sus casas o cuyas viviendas sufrieron daños sustanciales