El Ministerio de Defensa español, liderado por Margarita Robles, fue incluido en el reparto provisional del instrumento financiero europeo Security Action for Europe (SAFE), mediante el cual podría recibir un préstamo de 1.000 millones de euros a finales de noviembre, siempre que Bruselas apruebe su plan de inversiones bélicas.
Condiciones del desembolso
La Comisión Europea ha publicado las cifras preliminares que recibirán los 19 Estados miembros que solicitaron fondos SAFE, cuyo total asciende a 150.000 millones de euros. Estos préstamos deberán devolverse en un plazo de hasta 45 años.
Sin embargo, el desembolso no será automático. España y los demás países deberán presentar antes del 30 de noviembre un plan detallado de inversiones, similar al procedimiento seguido con los fondos de recuperación post-COVID. Si la Comisión valida el plan en enero de 2026, se podrá liberar una primera partida de hasta el 15% del monto total solicitado—en el caso español, unos 150 millones de euros2.
Comparativa entre países
España y Finlandia figuran entre los países que recibirán las menores asignaciones (1.000 millones cada uno), junto a Grecia (787,7 millones) y Dinamarca (46,8 millones). En contraste, Polonia lidera el reparto con 43.734 millones, seguida por Rumanía (16.680 millones), Francia (16.216 millones) e Italia (14.900 millones)2.
El comisario europeo de Defensa, Andrius Kubilius, explicó que a los países que solicitaron cantidades más modestas, como España, se les concedió el total reclamado. En cambio, a los que pidieron cifras más elevadas se les aplicaron ajustes matemáticos.
¿En qué se puede invertir el préstamo?
La Comisión Europea ha establecido criterios estrictos para el uso de los fondos SAFE:
- Al menos el 65% del gasto debe realizarse dentro de la UE, el Espacio Económico Europeo o Ucrania.
- Se permite la adquisición de municiones, misiles, sistemas de artillería, armas de infantería, drones y equipamiento para soldados.
- También se incluyen inversiones en ciberseguridad, protección de infraestructuras críticas, movilidad militar, guerra electrónica e inteligencia artificial3.
Alternativas fiscales y postura española
Además del SAFE, Bruselas propuso suspender temporalmente la regla del 3% de déficit sobre el PIB para facilitar el aumento del gasto en Defensa. España optó por no acogerse a esta vía, argumentando que podría alcanzar el 2% del PIB en gasto militar sin comprometer sus cuentas públicas. Según fuentes oficiales, ese objetivo ya se ha cumplido.






