El Museo del Louvre, el más visitado del mundo, amaneció este lunes con sus puertas cerradas debido a una huelga convocada por los sindicatos que denuncian condiciones laborales deterioradas y falta de recursos. La emblemática pirámide de cristal, entrada principal del museo, mostraba un cartel que informaba a los visitantes que la apertura estaba “pospuesta” y que se comunicarían novedades “lo antes posible”.
Los sindicatos CGT, CFDT, SUD y UGT se reunieron en asamblea general para decidir la continuidad de la protesta. Poco después, anunciaron que los 400 trabajadores presentes votaron por unanimidad mantener la “huelga prorrogable”, lo que impide la reapertura inmediata del museo. “No veo cómo en esas condiciones puede abrir el museo”, declaró Christian Galani, representante de UGT, quien anticipó una movilización “especialmente intensa”.
Reclamos y contexto
Los sindicatos advierten que “visitar el Louvre se ha convertido en una verdadera pista de obstáculos” y señalan que en los últimos 15 años se han perdido más de 200 empleos, mientras que el número de visitantes se ha multiplicado hasta alcanzar casi nueve millones en 2024. Con 2.200 empleados, el museo enfrenta crecientes dificultades para gestionar el flujo de turistas y preservar su patrimonio.
La protesta se produce en un momento delicado para la institución, que en los últimos meses ha sufrido un robo espectacular en octubre, el cierre de una galería en noviembre por deterioro del edificio y un escape de agua que dañó cientos de obras de la biblioteca de Antigüedades egipcias.
Visitantes decepcionados
El cierre sorprendió a miles de turistas que aguardaban en la explanada del museo. “Estoy muy decepcionado. El Louvre era el motivo principal de nuestra visita a París, porque queríamos ver la Mona Lisa”, dijo a AFP Minsoo Kim, un surcoreano de 37 años en luna de miel. Pietra, una brasileña de 27 años que viaja con su familia, también expresó su frustración, aunque aseguró que intentará regresar más tarde.
Próximos pasos
La continuidad de la huelga dependerá de las respuestas que ofrezcan la ministra de Cultura, Rachida Dati, y la dirección del museo. Los sindicatos insisten en que el personal decidirá día a día si mantiene la acción, lo que deja en suspenso la reapertura del Louvre y la posibilidad de que millones de visitantes vean interrumpida su experiencia en uno de los mayores símbolos culturales de Francia.






