Cuatro personas fallecieron y al menos 17 resultaron heridas tras un ataque de Ucrania a un autobús en la ciudad de Nóvaya Kajovka, en la provincia rusa de Jersón, según informó el gobernador local, Vladímir Saldo.
«Estos ataques bárbaros son terror selectivo contra residentes civiles», afirmó el funcionario en su canal de Telegram, detallando que los militares ucranianos usaron morteros de 120 mm para perpetrar el bombardeo.
«El día de hoy se ha convertido en una evidencia más de la crueldad y la inhumanidad de los militantes de Kiev y sus cómplices de la OTAN», agregó el funcionario ruso.
El gobernador señaló que los «médicos están haciendo todo lo posible» para salvar a los heridos, a la vez que se van estableciendo las identidades de las víctimas mortales, con cuyas familias se realizará «todo el trabajo necesario de apoyo».
Adicionalmente, envió su pésame a las familias de las víctimas y prometió que «los culpables tendrán un castigo».
En otra publicación, Saldo explicó que el impacto tuvo lugar cuando el autobús se encontraba en una parada de transporte público.
«El golpe fue asestado con precisión, lo que significa que esperaron deliberadamente a que el autobús se detuviera para llevar a cabo el ataque con un método tan insidioso e inhumano», enfatizó.
El gobernador agregó que cuando los funcionarios públicos se estaban dirigiendo al lugar, fueron atacados con drones FPV, provocando daños a dos coches.
«Esto no puede llamarse una acción militar. Se trata de un crimen contra la humanidad», denunció.
El Comité de Investigación de Rusia lanzó una pesquisa sobre el ataque.
«El enemigo bombardeó la localidad de Nóvaya Kajovka con el uso de un proyectil supuestamente con una ojiva de racimo», comunicó el organismo.