Donald Trump recibirá este martes en la Casa Blanca al primer ministro canadiense Mark Carney, electo con la promesa de enfrentarse a la política comercial estadounidense, aunque sin esperar un acuerdo inmediato tras la guerra de aranceles.
La relación bilateral atraviesa un bache por los gravámenes impuestos por Washington: un 25 % a los metales —acero y aluminio— y otro 25 % a las importaciones de automóviles que incumplen normas, además de aranceles propuestos sobre films extranjeros.
Carney, líder del Partido Liberal que reemplazó a Justin Trudeau en marzo, reconoció que la reunión busca iniciar el diálogo, pero advirtió que no debe esperarse una solución inmediata.
Tras una llamada el fin de semana, Trump calificó a Carney de “muy agradable” pero afirmó no estar seguro de los temas que discutirán: “Viene a verme. No sé por qué, pero supongo que quiere llegar a un acuerdo. Todos quieren eso”.
Pese a pertenecer al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC), Canadá sufre aranceles aduaneros en sectores clave, como el automovilístico, aunque algunos han sido suspendidos temporalmente para facilitar las negociaciones.
Carney ha prometido “luchar por el mejor acuerdo” y redefinir la relación con EEUU, argumentando que “la antigua integración económica ha tocado a su fin”.
No obstante, el secretario de comercio, Howard Lutnick, calificó de “muy complejo” alcanzar un pacto, recordando que Canadá “depende en gran medida de Estados Unidos”.
El influjo de Trump en las elecciones canadienses, con tuits sobre convertir a Canadá en el “estado 51”, contribuyó al vuelco electoral que llevó a Carney al poder.
Como economista y exgobernador del Banco de Canadá y del Banco de Inglaterra, Carney, de 60 años, aterriza en Washington como un recién llegado con amplia experiencia en negociaciones económicas internacionales.
La reunión marca el inicio de un proceso que podría allanar el camino para una revisión del USMCA en 2026 y la posible eliminación gradual de los aranceles vigentes, aunque los términos finales y los plazos siguen siendo inciertos.