La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, destacó este jueves que en Estados Unidos hay criminales dedicados al narco y al tráfico de armas, que operan para redes locales del crimen organizado en ese país.
«En EEUU también hay delincuencia organizada, y hay personas estadounidenses que vienen a México con estas actividades ilícitas. ¿Por qué lo decimos? Porque si no, ¿quién repartiría, quién distribuiría el fentanilo en EEUU?», cuestionó la mandataria mexicana durante su conferencia de prensa matutina.
La declaración se produjo tras la pregunta de una periodista que hizo énfasis en el incremento en las capturas de ciudadanos de estadounidenses en México, vinculados con delitos del crimen organizado. Según cifras de la reportera, la cifra supera los 2.600 detenidos, al sumar la gestión del expresidente Andrés López Obrador y el poco tiempo que lleva Sheinbaum en el cargo.
Al respecto, Sheinbaum comentó que el miércoles, las autoridades mexicanas lograron «una detención muy relevante», en referencia al narco estadounidense prófugo y traficante de armas identificado como Sotero ‘N’ en el estado de Guerrero.
Sotero ‘N’ es un peligroso narco que distribuía heroína y cocaína hacia EEUU El delincuente, que era requerido por la justicia de su país, se encontraba prófugo tras haber escapado de una cárcel en Texas.
«El asunto no solamente es que se pasen drogas de México hacia EEUU, sino quién distribuye en Estados Unidos, esa droga para el lamentable gran consumo, particularmente, de fentanilo», resaltó Sheinbaum para poner la lupa en los criminales estadounidenses.
En ese sentido, destacó la necesidad de reforzar las labores de «colaboración y coordinación» con Washington, no solo en materia de inteligencia sino también para que EEUU «también haga su trabajo para evitar el tráfico de estupefacientes en su país».
Del mismo modo, recordó que otro punto grave que tendrá que atender la flamante administración de Donald Trump tiene que ver con «el tráfico de armas de EE.UU. a México», una cuestión que Sheinbaum ha puesto sobre la mesa a la hora de acordar una estrategia de seguridad conjunta con el nuevo inquilino de la Casa Blanca.