El gobernador de Florida, Ron DeSantis, generó una intensa polémica tras declarar que los conductores tienen derecho a atropellar a manifestantes si perciben que su vida está en peligro.
Las declaraciones se produjeron durante una entrevista en el programa The Rubin Report, apenas días antes de las protestas nacionales convocadas para este 14 de junio bajo el lema “No Kings”.
“Si estás conduciendo y una multitud rodea tu vehículo con intenciones hostiles, tienes derecho a actuar en defensa propia. Si eso implica huir y alguien resulta atropellado, es responsabilidad de quien obstruyó tu camino”, aseguró DeSantis, insistiendo en que nadie debe quedarse “como un pato sentado” ante un escenario de amenaza.
Desde la oficina del gobernador, la vocera adjunta Molly Best reforzó el mensaje, afirmando que obstruir el tráfico es ilegal y que los ciudadanos tienen derecho a protegerse.
“En Florida no toleramos la violencia, pero sí garantizamos el derecho a la legítima defensa”, afirmó.
Las declaraciones han generado alarma entre grupos de derechos civiles, ya que coinciden con la convocatoria a protestas pacíficas en todo el país.
Las movilizaciones “No Kings” han sido organizadas como manifestaciones no violentas que coinciden con el desfile militar por el cumpleaños del expresidente Donald Trump y las celebraciones del Ejército en Washington D.C.
Los organizadores de las protestas emitieron un comunicado en el que enfatizan que la acción será pacífica y legal.
“Uno de los pilares de nuestras protestas es la no violencia. Pedimos a todos los participantes que eviten cualquier confrontación y se mantengan dentro del marco de la ley”.
Amenazas desde la Policía local
La tensión aumentó aún más cuando el sheriff del condado de Brevard, Wayne Ivey, emitió duras advertencias a posibles manifestantes, particularmente a quienes pertenezcan a movimientos de izquierda.
“Si lanzas un ladrillo, una bomba incendiaria o apuntas un arma a nuestros agentes, le diremos a tu familia dónde recoger tus restos. Te vamos a matar, muerto de cementerio”, afirmó tajantemente. Añadió que cualquiera que agreda o escupa a un oficial terminará en el hospital y luego en la cárcel.
Sobre quienes bloqueen calles o rodeen vehículos, Ivey fue igual de contundente: “Serán atropellados y arrastrados”.
Los comentarios tanto del gobernador como del sheriff han sido criticados por organizaciones de derechos humanos, que advierten sobre el riesgo de criminalizar la protesta pacífica y alentar la violencia civil.
Mientras tanto, los preparativos para las protestas del 14 de junio continúan, en un ambiente marcado por la tensión, el temor y el endurecimiento de posturas por parte de las autoridades estatales.