El almirante Alvin Holsey, primer afroestadounidense en asumir el mando del Comando Sur de Estados Unidos, presentó su renuncia tras liderar una operación militar sin precedentes en el Caribe, que incluyó bombardeos autorizados por la Administración Trump como parte de una estrategia intensificada contra el narcotráfico regional.
Holsey, con 37 años de trayectoria en la Armada, fue reconocido por su liderazgo en misiones de seguridad hemisférica, especialmente en el combate al crimen organizado transnacional. La operación reciente, calificada como inédita por fuentes del Departamento de Defensa, se desarrolló en áreas marítimas del Caribe y contó con apoyo aéreo táctico, en el marco de una campaña para desarticular redes de tráfico de drogas que operan en la región.
En un comunicado oficial, el almirante anunció que se retirará del servicio activo en diciembre de 2025, agradeciendo “el honor de servir a la nación”. Hasta el momento, no se ha informado sobre las causas de su renuncia ni se ha designado a su sucesor.
El secretario de Guerra elogió el legado de Holsey, destacando su “excelencia operativa y visión estratégica” durante su gestión al frente del Comando Sur, una unidad clave en la cooperación militar con América Latina y el Caribe.
La renuncia se produce en un contexto de creciente atención sobre las políticas de seguridad regional y el papel de Estados Unidos en operaciones conjuntas con países del hemisferio. El Comando Sur, con sede en Florida, coordina acciones militares en América Central, Sudamérica y el Caribe, incluyendo asistencia humanitaria, ejercicios conjuntos y apoyo en la lucha contra el narcotráfico.






