Gran parte de la sociedad «no ha visto mejorar su calidad de vida en los últimos 20 años» y opta por los populismos que garantizan acciones económicas pero con un retroceso en derechos
El decano de Faces-UCV, el profesor Luis Angarita, afirmó este jueves que algunos analistas hablan del «efecto Trump», porque parece que hemos vivido años «y no hemos vivido ni 100 días». El mundo ya asume una recesión económica en 2021 y dependerá de cada ámbito la resistencia.
Por otra parte, Occidente como instituciones de respeto y de avance de derechos y responsabilidad del Estado se debilita, lo que hace «que los autoritarismos sean cada vez más fuertes».
Angarita, en entrevista con Unión Radio, afirmò que Trump es una figura polémica que crea una distorsión en el orden mundial que tiene unos 30 años de estabilidad.
Trump está usando el arancel como una herramienta política que también es una herramienta económica. Pero retrocedió porque el efecto ha sido nocivo y ya hay fracturas en los republicanos y en sus propios aliados, sostuvo Angarita.
El presidente de Estados Unidos es una respuesta de las sociedades al descontento por crisis como las de 2008, la pandemia, la invasión de Rusia a Ucrania. Gran parte de la sociedad «no ha visto mejorar su calidad de vida en los últimos 20 años» y opta por los populismos que garantizan acciones económicas pero con un retroceso en derechos.
En EEUU «hay separación de poderes, responsabilidad y control del Congreso», medidas judiciales, pero también «una fuerte amenaza del ejecutivo a desobedecer cada una de esas instancias». Hay que ver si podrán controlar la visión autoritaria.
En la región se puede esperar un refuerzo de los mecanismos de integración y cooperación para contrtarrestar estas amenazas, pero las bases de las que parte a lo mejor no son suficientes, acotó. Es la base tecnológica e industrial, precisó Angarita.
la Celac puede plantar cara de manera discursiva, consideró, pero es «un continente megadiverso, con distintas tendencias y realidades». En cuanto a restar peso al dólar, estimó que no es posible desplazar la moneda en el corto plazo.