Durante años su progenitora alteró el historial médico de su hija para mantenerla prisionera
Gypsy Rose Blanchard, la joven de Missouri que convenció a su novio de matar a su madre tras obligarla a fingir durante años que padecía leucemia, distrofia muscular y otras enfermedades graves, salió de prisión bajo libertad condicional este jueves.
Karen Pojmann, portavoz del Departamento de Correccionales de Missouri, indicó que Blanchard quedó en libertad a primera hora del día de la prisión estatal para mujeres de Chillicothe.
A Blanchard se le otorgó libertad condicional luego cumplir el 85% de su condena original.
El despertó el interés de la prensa nacional después que surgieran reportes de que su madre, Clauddine “Dee Dee” Blanchard, asesinada en 2015, mantuvo prisionera a su hija, obligándola a usar una silla de ruedas y una sonda de alimentación.
Pero Gypsy Blanchard, que ahora tiene 32 años, estaba perfectamente sana y no sufría un problema en su desarrollo como hicieron creer. Michael Stanfield, abogado de Rose, indicó que su madre sufría del síndrome de Munchausen, un trastorno psicológico en que los padres o cuidadores buscan compasión mediante enfermedades exageradas o inventadas de sus hijos.

“La gente le decía constantemente a ‘Dee Dee’ que era una madre maravillosa, y recibía todo tipo de atención”, dijo.
Según Stanfield, la madre pudo engañar a los médicos diciéndoles que el historial de su hija se había perdido en el huracán “Katrina”. Cunado era cuestionada en exceso, buscaba otro médico y afeitaba la cabeza de la niña para respaldar su historia.
Gypsy Blanchard fue sometida a procedimientos como la extirpación de las glándulas salivales y su madre convenció a los médicos que el procedimiento era necesario utilizando anestesia tópica para provocar babeo.
Pero el abuso se intensificó físicamente y Gypsy testificó que su madre la golpeó y la encadenó a una cama y, al pasar el tiempo comenzó a darse cuenta que no estaba tan enferma como afirmaba su madre.
“Quería liberarme de su control sobre mí”, testificó Gypsy en el juicio de 2018 a su exnovio, Nicholas Godejohn de Big Bend, Wisconsin, quien cumple cadena perpetua por el asesinato y ella reconoció: “Lo convencí”.
En su juicio, los fiscales llegaron a un trato con ella por el abuso que sufrió y a cambio de declararse culpable en 2016 de asesinato en segundo grado, la condenaron a 10 años de prisión.
“Nick estaba tan enamorado de ella y tan obsesionado que haría cualquier cosa”, argumentó ante el tribunal el abogado litigante de Godejohn, Dewayne Perry, alegando que su cliente padece de autismo y fue manipulado.
Según la declaración de causa probable, Gypsy Blanchard proporcionó el cuchillo y se escondió en un baño cuando Godejohn apuñaló repetidamente a su madre. Los dos finalmente se dirigieron en autobús a Wisconsin, donde se produjo el arresto.