Solo venezolanos con residencia permanente, doble nacionalidad usando pasaportes no vetados o visas diplomáticas podrán ingresar a Estados Unidos bajo las nuevas restricciones anunciadas por Donald Trump, que afectan específicamente a titulares de visas temporales B1/B2 (negocios/turismo), F/M (estudios) y J (intercambios).
La medida, parte de una proclamación que limita accesos desde siete países y bloquea totalmente a doce, apunta a lo que el Departamento de Estado describe como «fallas sistémicas» en la emisión de documentos civiles venezolanos y una tasa de permanencia irregular del 9.83%.
El texto oficial detalla exclusiones clave: no aplicará a residentes legales, personas con doble ciudadanía que viajen con pasaporte de naciones no restringidas, ni a portadores de visas A-1/A-2 (diplomáticos), C-2/C-3 (tránsito oficial), G-1 a G-4 (organismos internacionales) o NATO. Tampoco afectará a «individuos cuyo ingreso sirva al interés nacional estadounidense», cláusula que preserva opciones discrecionales. Estas salvaguardas contrastan con el bloqueo a nuevos solicitantes académicos o turistas, sector donde —según el informe gubernamental— una de cada diez visas B1/B2 incumplió plazos de estadía.
La justificación central radica en la desconfianza hacia las autoridades venezolanas, ya que «carecen de capacidad confiable para emitir pasaportes y verificar identidades», según el comunicado, añadiendo que históricamente el país «se ha negado a aceptar deportados». Este enfoque técnico evoca el veto migratorio de 2017 contra países de mayoría musulmana, ratificado por la Corte Suprema y derogado por Joe Biden en 2021.
Crece la preocupación en la comunidad venezolana en EEUU, particularmente entre quienes mantienen planes de viaje o estudios. Las restricciones reviven tensiones de la política migratoria de 2017-2021, aunque la administración actual insiste en que los criterios responden exclusivamente a «deficiencias operativas verificables» en los sistemas venezolanos.
El gobierno de EEUU excluyó expresamente a residentes permanentes y casos de interés nacional, pero deja en incertidumbre a portadores de visas temporales. No se precisó si se habilitarán mecanismos excepcionales para estudiantes con matrículas vigentes.