La Fiscal General de Estados Unidos, Pam Bondi, ordenó a los fiscales federales que persigan la pena de muerte contra Luigi Mangione, acusado del asesinato del CEO de United Healthcare, Brian Thompson, ocurrido el pasado año en Nueva York.
Mangione se enfrenta a cargos estatales por asesinato y terrorismo en Nueva York, junto a cargos federales por asesinato y acoso, siendo estos últimos los que permitirían la aplicación de la pena capital, dado que los cargos estatales no contemplan dicha medida.
En una declaración difundida el martes, Bondi sostuvo: “El asesinato de Brian Thompson, un hombre inocente y padre de dos niños pequeños, a manos de Luigi Mangione, fue premeditado y a sangre fría. Tras una cuidadosa consideración, he ordenado a los fiscales federales que soliciten la pena de muerte en este caso, mientras implementamos la agenda del presidente Trump para detener la delincuencia violenta y hacer que EEUU sea seguro otra vez.” Cementando las intenciones de la administración Trump de endurecer la respuesta frente a los delitos violentos, en un contexto en el que la agenda de seguridad y orden ha tomado un papel preponderante en la política estadounidense.
La acusación a Mangione
Según informaron las autoridades, Mangione emboscó a Thompson el pasado 4 de diciembre frente al Hilton Midtown de Manhattan, mientras este se dirigía a una conferencia de inversores de UnitedHealthcare.
La violenta ejecución desató una cacería de cinco días que culminó con la detención del acusado en un establecimiento de comida rápida en Altoona, Pensilvania. Durante su aprehensión, se incautó una mochila en la que se halló un arma que coincidía con la descripción del instrumento homicida y un cuaderno con material incriminatorio.
Una vez extraditado a Nueva York, Mangione permanece en custodia federal en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn.
Aun cuando Mangione se ha declarado no culpable ante los cargos estatales, todavía no ha sido sometido a audiencia por los cargos federales.