EEUU consideró reducir los aranceles a las importaciones chinas, bajando la tasa general del 145 % al rango del 50 % al 65 %, según un alto funcionario citado por The Wall Street Journal.
Se estudia un enfoque escalonado en el que los productos “estratégicos para los intereses de EEUU” soportarían gravámenes del 100 %, mientras que el resto pagaría solo el 35 %.
La bolsa reaccionó con fuertes alzas el miércoles, impulsada por el optimismo de inversores ante la posibilidad de atenuar la guerra comercial con China. El presidente Trump admitió el martes que “el 145 % es demasiado alto. Bajará sustancialmente” y se mostró confiado en alcanzar un acuerdo, prometiendo ser “muy amable” con Pekín en las negociaciones.
Por su parte, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, calificó las represalias arancelarias mutuas de insostenibles y señaló en una reunión privada el deseo de lograr “claridad” pronto.
En las últimas semanas, China elevó sus propios aranceles del 84 % al 125 % sobre productos estadounidenses, mientras que EEUU aplicó un 125 % recíproco, un 20 % adicional contra el fentanilo y gravámenes de la Sección 301 que oscilan entre el 7,5 % y el 100 %.
Entre las empresas afectadas, Tesla alertó en su informe de resultados de interrupciones en la producción de su robot doméstico Optimus por las restricciones chinas a las exportaciones de tierras raras.
Simultáneamente, el vicepresidente de EEUU, JD Vance, y el primer ministro indio, Narendra Modi, manifestaron avances en acuerdos tecnológicos, de defensa y energía, mientras el gobierno estadounidense explora prórrogas y exenciones, en especial para el sector automovilístico, tras suspender gravámenes a productos tecnológicos de consumo.
El arancel base del 10 %, vigente desde el 5 de abril, continuará aplicándose a todas las importaciones afectadas.