El Gobierno ya ha formalizado planes para una «reestructuración» de la sala de prensa, lo que otorgaría más presencia a ‘influencers’, ‘podcasters’ y periodistas de medios digitales emergentes como Axios y Punchbowl
La tensión entre la Casa Blanca y la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA, por sus siglas en inglés), que agrupa a unos 900 periodistas, se intensificó en las últimas horas con un nuevo intento de la Administración por controlar la distribución de los contados asientos de la sala donde se efectúan las ruedas de prensa.
Durante el fin de semana, el portal Axios informó de que la Casa Blanca baraja cambiar la asignación de los 49 asientos de la sala de prensa, que aseguran un asiento fijo a los periodistas y la posibilidad de plantear preguntas a la secretaria de prensa o al presidente.
Desde hace décadas, la WHCA ha sido la encargada de establecer la distribución de los asientos, situando a los periodistas de las principales cadenas de televisión, agencias de noticias, periódicos y radios en las primeras filas, mientras que otros medios ocupan filas posteriores o acceden a asientos de manera rotatoria.
Según Axios, que cita a un alto funcionario de la Casa Blanca, el Gobierno ya ha formalizado planes para una «reestructuración» de la sala de prensa, lo que otorgaría más presencia a ‘influencers’, ‘podcasters’ y periodistas de medios digitales emergentes como Axios y Punchbowl.
A finales de enero, la Casa Blanca ya había determinado que uno de los asientos ubicados en el lateral de la sala de prensa, tradicionalmente ocupado por miembros de la oficina de prensa, pasaría a ser asignado de manera rotatoria a ‘influencers’, ‘podcasters’ y blogueros, muchos de ellos con audiencias comparables a medios.
En un correo enviado a sus miembros este lunes, la WHCA afirmó que estaba al tanto de los rumores sobre cambios en la sala de prensa e instó a la Casa Blanca a «abandonar este esfuerzo erróneo» que, a su juicio, busca lograr una cobertura más favorable para la Administración y evitar el escrutinio.
«La Casa Blanca debería demostrar al pueblo estadounidense que no teme explicar sus políticas ni responder preguntas de una prensa independiente, libre de control gubernamental», señaló la asociación.
La WHCA tiene una larga tradición de organizar de manera independiente la logística de los periodistas que cubren la Casa Blanca. Fue fundada en 1914 por periodistas de varios medios en respuesta a un infundado rumor de que un comité del Congreso quería decidir quién podía asistir a las ruedas de prensa del entonces presidente Woodrow Wilson (1913-1921).
Además, en febrero, la Casa Blanca anunció que la propia Administración sería la encargada de seleccionar a los miembros del ‘pool’, el grupo reducido de periodistas, fotógrafos y camarógrafos encargados de cubrir los actos del presidente y transmitir lo ocurrido al resto de la prensa.
Durante décadas, la WHCA fue la responsable de elegir a los integrantes del ‘pool’, cuya función es actuar como los ojos y oídos del resto de la prensa en espacios tan reducidos como el Despacho Oval, donde no pueden acceder los cientos de periodistas que cubren al presidente.
Desde su primer mandato (2017-2021), Donald Trump mantuvo una relación conflictiva con la prensa, a la que ha llegado a calificar como «enemigos del pueblo» o «noticias falsas».